Ieroween III: Disorder

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Frank tomó del brazo a Lindsey y la ayudó a levantarse, ambos se dirigieron dentro de la casa nuevamente. Cruzaron el pasillo y volvieron hasta donde estaban antes. Por el camino no se encontraron a Gerard, probablemente estaría en el baño, lo cual era genial para Frank puesto que le daba vergüenza aclarar todo con él.

- Seguramente está en el baño. -dijo ella.

- O seguramente se fue. -dijo él.

- No seas pesimista. -volvió a decir ella.

- Soy realista. -terminó él.

En ese justo momento apareció Bert de la nada. Traía una soga en una mano y un destornillador en la otra. Ni puta idea.

- HOLa chicos. -gritó Bert. Gritó, porque parecía más un grito que un saludo.

- ¡Hola, Bert! -saludó la pelinegra.

- Me podrías explicar por qué carajos traes eso en la mano. -indicó Frank.

Bert dudó unos segundos como si tratara de recordar por qué llevaba eso consigo. 

- Emm... No sé. -tiró las cosas en el piso y siguió hablando. - ¿Quieren ir a tomar algo? 

- Estamos esperando a Gerard. -dijo Lindsey.

- ¿Gerard está aquí? Pero yo no lo vi...

- Sí está, es que está disfrazado del Joker. 

- ¿Pero ese no era Jared...?

- Bert, ¿Cómo carajos podría ser Jared si está ahí sentado? -señaló Frank. Jared estaba sentado en un rincón comiendo papitas.

- ¡Pero en la película también es Joker! ¡Podría haber venido disfrazado y yo podría haberme tomado una foto con él y mostrársela a mis amigos!

- Bert, tú no tienes amigos.

Y allí recibió un golpetazo en todo el hocico por parte de Lindsey. Quién lo manda de estúpido.

- ¡PERO POR QUÉ ME PEGAS! ¡ES LA VERDAD!

- ¡Que cruel eres! ¡Berto es un amor! -la bajista acarició a Bert por el hombro. - No le hagas caso a Frank...

 Bert hizo un puchero y luego se sentó en una de las sillas. - ¿Y por qué esperan a Gerard? ¿Puedo esperarlo yo también? 

- ¡Claro Bert! -dijo Lynz dándole una palmadita en la espalda. - Es tan adorable... -le susurró a Frank de último.

- No, no lo es. 

Pasaron unos minutos hasta que por fin apareció Gerard. Venía bajando las escaleras mientras se rascaba el trasero. Logró ver a Lindsey en la distancia e inmediatamente corrió hasta ella, pero paró en seco justo a la mitad del camino cuando vio que estaba con Frank y Bert, y regresó corriendo al baño.

Después de haber llegado a la fiesta, justo cuando se le perdió Lindsey, se había sentido tan incómodo, pues no tenía a nadie con quien hablar. Ni Mikey, quien estaba coqueteando en un rato con Kristin y el otro rato estaba siendo coqueteado por Pete, le había ido a saludar. Hasta había pensado en que sería mejor irse.

Se sentía un poco tonto por haber ido a la fiesta, porque ni siquiera había ido a saludar primero al cumpleañero. No quería, es más, se negaba a ir a hablar con Frank. Después de haber hecho el GRAN descubrimiento de lo estúpido que había estado actuando, que no fue hace más de dos horas o algo así, fue que se acobardó de ir a hablar con él. Esas horas que estuvo solo porque no encontraba a Lindsey le sirvieron para pensar en que realmente fue mal haber dejado plantado a su amigo aquella vez, pero es que él también iba a reunirse con la bajista ese día, tampoco podía dejarla plantada a ella también, o por lo menos eso pensó.  Ahora estaba corriendo al baño, justo como un niño malcriado.

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