R.F.A. On Ice

Valor

El entrenamiento estaba teniendo lugar como cualquier otro día normal. El equipo especial de V entrenaba afanosamente, preparándose para lo que vendría a continuación. Por primera vez en muchos días, V los observaba, desde las gradas. Elizabeth III, sentada en su regazo, observaba hipnotizada a los patinadores, girando la cabeza como un búho.

-De acuerdo, creo que por hoy está bien, dijo V.

Se pudo escuchar alto y claro el suspiro de alivio de Yoosung.

V se acercó hacia la pista.

-¿Alguno sabe qué le pasa a MC?-preguntó V, sorprendido.- No ha venido al entrenamiento de hoy y no me contesta al teléfono.

Se hizo un silencio incómodo.

-Lo cierto es que MC lleva sin venir por aquí cinco días, V.-dijo finalmente Jaehee

-Lo sabrías si hubieras estado....-masculló Yoosung

V frunció el ceño extrañado.

-¿Y por qué no se ha puesto en contacto conmigo? ¿Está enferma? ¿Ha pasado algo?

-Puede, puede que sea culpa del niño rico.-dijo Zen, acusatorio.

V pareció ahora más confuso que antes. Miro a Jumin, en busca de respuestas. Éste ni siquiera lo estaba mirando.

-Puede que sencillamente haya abandonado.

Aquella conjetura no dejó indiferente a nadie. Yoosung abrió mucho los ojos. Jaehee parecía preocupada. Seven mantenía una expresión indescifrable. Zen, por su parte, parecía querer saltar sobre Jumin.

V observó a su equipo con atención, tratando de sacar sus propias teorías.

-Bueno, ¿podría ir alguno de vosotros a ver cómo está?-preguntó

-Tú eres su entrenador deberías ser tú quien se preocupara por sus patinadores...-comenzó Yoosung, repentinamente enfurecido.

-Está bien, Yoosung.-dijo Jaehee, conciliadora.- V es un hombre muy ocupado y eso es algo que todos sabemos.

-Puedo ir yo.-se ofreció Zen, rápidamente.

-Ni pensarlo.-gruñó Jumin

-¿Y a ti qué más te da? Al fin y al cabo, esto es TU culpa.

-¿Y si voy yo?-se ofreció Seven, cándido.

-¡NO!- exclamaron los dos a la vez.

-Lo lamento, pero yo hoy también estoy muy ocupada.-declaró Jaehee.

Todas las miradas se centraron en una sola persona.

Una hora después, tras haber cenado y haberse dado una ducha relajante, Yoosung se encontraba frente a la puerta de MC. No se decidía a llamar. Vale, eran miembros del mismo equipo, y sus apartamentos estaban en el mismo pasillo. Pero aun así, la situación se le antojaba muy incómoda.

Entonces, oyó un tenue sonido que provenía del interior de la habitación.

-Hum...¿MC?-preguntó, con timidez

Los sonidos se repitieron. Antes de que Yoosung pudiera reaccionar, la puerta se abrió.

MC apareció ante el chico, embutida en un pijama violeta de tirantes, que le favorecía mucho. Yoosung se sonrojó. MC lo miraba como quien mira al vacío. Tenía ojeras y parecía agotada.

-MC, esto...¿te pasa al...?

Entonces, MC, dejando la puerta entreabierta, se giró y volvió al interior de la habitación.