R.F.A. On Ice

Sociabilizando

Habían pasado dos semanas desde que MC había conseguido deslumbrar de forma espectacular a su equipo. Desde entonces, MC se había mostrado mucho más segura de sí misma. Veía con timidez los intentos del resto del grupo por acercarse a ella.

Yoosung siempre trataba de entablar conversación con ella, a menudo, sonrojándose. Jaehee solía preocuparse por todo lo referente a su bienestar. De vez en cuando, solía traerle café, negro y con mucha azúcar, como a ella le gustaba. Seven, por su parte, parecía cruzarse en su camino cada vez que andaba con alguna de sus bromas descabelladas. Además, todos los días solía intentar burlarse de ella, pero siempre salía mal parado. Tampoco es que fuera muy complicado pararle los pies, pensaba la chica. No entendía qué embrujo tenía sobre el resto para hacerlos perder la paciencia como lo hacía.

Pero, pese aquellos gestos de interés, ninguno sería tan obvio como el que tuvo lugar aquella tarde.

MC salía de su habitación para dar un paseo relajante. Era algo que solía hacer los viernes a aquella hora, cuando tenía algo de tiempo libre.

Nada más atravesar el umbral de su vivienda, se dio de bruces contra alguien. Confusa, levantó la cabeza, sólo para toparse con dos rubís que la miraban intensamente.

-¿Zen?-dijo, sorprendida-¿Qué haces aquí?

-Oh, ya sabes, salí a dar una vuelta.

-Pero...está delante de mi puerta...-MC comenzaba a asustarse.

Zen soltó una carcajada, divertido.

-V me dijo que éste era tu día libre, así que venía a proponerte salir a dar un paseo...-dijo, con inocencia.

MC no contestó. Se sentía ligeramente incómoda.

Entonces, Zen le dirigió una amplia sonrisa. Una sonrisa que hubiera enamorado a cualquiera. MC notó sus mejillas arder.

-Entonces, ¿qué me dices? ¿Te apetece venir conmigo?

Tras un rato, Zen y MC se encontraban en una apartada y pequeña cafetería. MC pensó que aquel lugar resultaba sumamente reconfortante. Ella sólo acostumbraba a ir a los grandes franquicias de café.

Zen había pedido un café especial para ella. El joven observaba a su compañera, que parecía sentirse tranquila al fin.

-MC, la verdad es que quería hablar contigo...-comenzó.

MC se sobresaltó momentáneamente y casi se atragantó con el café.

''Vamos, cálmate''

-¿De qué?

Zen apartó la mirada, sonriendo. Tras una pequeña vacilación, volvió a dedicarle esa sonrisa.

-MC, ¿eres consciente del increíble talento que tienes? Dios...la primera que te vi patinar de aquella forma...Fue fascinante.

Hizo una pequeña pausa.

-Gracias.-dijo de pronto.

-¿Hum?

-Lo cierto.-dijo Zen, guiñándole un ojo- Es que eres toda una inspiración.

MC bufó.

-Eso se lo dirás a todas.

Zen se rió.

-Te aseguro que no.

Su tono y su mirada parecían igual de sinceros. MC apartó la mirada.

-Hum...gracias...

-No hay de qué.

Hubo un silencio incómodo para ambos.