Extraño.

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"Abre tus ojos hacia el alma", "abre tus ojos hacia el alma", "abre tus ojos hacia el alma". Sonaban las voces de una forma suave, pero ligeramente rápidas. En una noche estrellada, al lado de un lago donde los patos ya dormían bajo la luz de la luna. Había una silueta que estaba apoyada en un árbol llorón, con las rodillas flexionadas y la cabeza gacha. Aurora, se sentía extrañada, no sabía que estaba pasando. Se quedó paralizada dejando pasar el tiempo, pero de repente algo le agarró su mano desde atrás y le dejó una nota. Esta se dio rápidamente la vuelta pero no había nadie, se volvió, abrió la mano, y leyó la nota. "Abre tus ojos hacia el alma". ¿Qué está pasando? ¿Qué alguien me diga lo que está pasando? Dijo a los cuatro vientos. Con torpeza esta se tropezó y cayó al lago. Y de repente se despertó con un ahogo. Abrió la mano, pero no había nada. Se levantó y fue hasta su mesita dónde estaba el libro que su padre le regaló, lo abrió y cogió la nota. Llamó a su amiga, Margarita, se llamaba así su gran amiga, pero preferían que la llamasen Marga.
Hola Marga, te llamo para contarte que últimamente me están pasando cosas extrañas. Dijo Aurora.
Hola, Aurora, le contestó ella contenta. Cuéntame todo lo que necesites, pero si te viene mejor, deberíamos quedar, será mucho mejor. Dijo contenta su amiga.
Mmm... Claro, le dijo Aurora dudando.
Pues cuando quieras quedamos, entonces. Dijo Marga con fluidez.

Despierta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora