Despierta.

Tenía ganas de verte.

¡Buenos días! Despertaron a Aurora. Era Marga, que había tenido el placer de ir a visitarla ya que era domingo y esta le pidió que hablasen.
Aurora con los ojos pegados y con un estiramiento de piernas y brazos y un largo y seco bostezo se despertó. Miró a ambos lados, y en su parte izquierda, de pie y una bandeja con un zumo de naranja y dos tostadas con mantequilla y mermelada de melocotón como a Aurora le gustaba, estaba ella, Marga feliz sujetando la bandeja.
¡Oh, Marga! ¿Qué haces aquí? Dijo cansada Aurora.
Pues he venido a hablar contigo, ya que me lo pediste, esta misma mañana llamé a tu madre para preguntarle si podía venir, y con todo el placer del mundo ella lo aceptó, hasta quería invitarme a desayunar. Le contestó con una gran sonrisa.
Si es así debería levantarme y arreglarme un poco, no me gusta tener visita y estar presente de esta forma. Se rió de  felicidad.
Ya sabes que eres mi amiga y me da igual como vayas. Insinuó su compañera también con una risa.
Deja aquí la bandeja, debo ducharme y ahora me lo tomo, pero de todas formas gracias por comportarte así. Manifestó Aurora mientras iba hacia la puerta.
No pasa nada, te espero aquí sentada pues. Lo dejó llevar mientras Aurora ya salía.