_ Clarke, no es por ti, es por mi_ después de decir eso, Lexa gruñó y se restregó la cara de puro nervio_ doctora Cormier, pensará que no la quiero o que ya no me parece atractiva.
_ Lexa_ dijo la mujer que estaba sentada enfrente de la ojiverde_ para que una relación sea sólida debe de tener una buena base, que es la confianza y la sinceridad
Cuando Clarke y Lexa regresaron a chicago retomaron sus vidas, en un principio el tema de los puntos y el reposo le dio tiempo a Lexa, obviamente se esforzaba por dejar satisfecha a Clarke con otros métodos en los que no intervenía su pene. Desde el incidente, la vaquera comenzó a sentir cierto estrés y temores, los cuales afectaban a la hora de mantener relaciones sexuales. Por ello y sin que Clarke lo supiera comenzó a ir terapia. Lo suyo sería ir a un psicólogo, pero se agarró al primer clavo ardiendo que pilló en el periódico y comenzó a tener sesiones con una terapeuta matrimonial. Lexa frustrada se levantó de la silla:
_ No es fácil doctora_ dijo estresada_ ¿Cómo le dijo a mi mujer la embarazada ninfómana...? _ se señaló la entrepierna_ que me he quedado eunuco y si le digo que cada gatillazo que sufro es porque veo la imagen de mi madre entrando por la puerta_ se sentó en la silla y se tapó la cara_ es vergonzoso
_ ¿Por qué no llamas a tu mujer y nos sentamos las tres a charlar? _ la doctora Cormier, suspiró se levantó de su sitio para luego acercarse a Lexa y sentarse a su lado_ piensas demasiado, ¿qué miedo tienes por comentarle sus problemas? ¿temes que te deje?
_ No digo que el sexo sea lo más importante para ella_ puso expresión abatida_ estos días hemos hecho otras cosas, ir a comprar, ir al cine o a cenar, nos hemos conocido más y en ese sentido estamos muy felices, pero por el tema del embarazo también está muy sensible y que coño es que me avergüenza admitir que me da miedo volver a sufrir ese dolor_ negó con la cabeza_ no se lo deseo a nadie, me haría el cambio de sexo solo por no sufrir ese dolor de nuevo
La doctora Cormier nunca había tenido un caso así, todo había que reconocerlo y el primer día que piso Lexa su consulta le tocó informarse. En un principio la doctora estuvo reticente a pasar consulta solo a Lexa, sin que su pareja lo supiera, pero le vio tan desesperada que al final dio su brazo a torcer.
Cormier tenía acento francés, era rubia, ojos castaños claros, delgada, rondaba los entre los treinta - treinta y cinco años:
_ No pienses que es una lesión común, es un incidente aislado que seguramente no ocurra más_ curvó la comisura de los labios_ no te exijas demasiado ni quieras darlo todo de golpe, poco a poco hasta que cojas otra vez confianza y si temes que puedes sufrir otra vez esa fractura, para eso están las precauciones, la mayoría de los casos es porque la mujer está encima, sé tú quien se ponga encima o mira otras posiciones que no se corra ese riesgo. El tema de tú madre_ arqueó las cejas, una chica de veinticinco años traumatizada por su madre_ podéis tratar de cumplir fantasías, adquirir roles otros roles. Por ejemplo, la repartidora de pizza y la clienta cachonda.
Lexa también tenía mucha imaginación, pero tirando a lo realista, en vez de imaginarse una escena erótica, en la que Clarke abría la puerta en plan seductora con un picardías, se imaginó a una rubia embarazada arrebatándole la pizza de la mano y comenzar a devorarlo, llenando la comisura de sus labios de queso y tomate. Hizo un mohín:
_ No, repartidora de pizza no.
Cormier esbozó una carcajada. En el fondo la vaquera le parecía muy chistosa, nunca se aburría cada vez que iba a su consulta:
_ Doctora Cormier_ le comunicó su secretaria_ la cita para las 17:00 ya está aquí
_ Dile que espere cinco minutos
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El diablo viste de Rojo (Clexa AU) (G!P)
FanficLexa Woods en cuanto termina la carrera se va a vivir con su prometida Costia, con quien hizo los votos de castidad hasta después del matrimonio. Respetuosa, tradicional y sobre todo, tiene su vida planeada desde que era joven. Pero su vida comienza...