BEHIND YOU | Jikook

10

Estaba oscuro cuando Jungkook decidió ver si Jimin había cerrado la puerta de su habitación.

Silenciosamente salió de la cama y giró la perilla. Agradeciendo por no hacer ningun ruido cuando abrió la puerta.

Tenía los ojos muy abiertos mientras trataba de ver en la oscuridad, caminaba en puntillas. Se tropezó con algo suave, lo que descubrió era un sofá, y se movió alrededor de él.

Aunque la habitación era oscura, había suficiente luz para diferenciar si era una puerta a otra habitación o si era la salida.

Jungkook finalmente llegó a la puerta, dejando escapar un suspiro de alivio que no había sido capturado hasta el momento. Por supuesto, no era tonto y todavía no estaba celebrando.

La mano de Jungkook tocó la perilla de la puerta y la giró lentamente, su esperanza se desvaneció lentamente ya que no se movió.

Pegó su frente contra la puerta, deseando que se abriera, aunque sabía que no pasaría.

Suspiró y quiso marcharse cuando las luces se encendieron, cegando temporalmente a Jungkook

-No puedes irte, la puerta está cerrada.- dijo Jimin, aunque Jungkook ya había descubierto eso. Jimin dejó escapar un suspiro tembloroso, pasando sus dedos por su cabello. -Yo confié en tí, no cerré la puerta del dormitorio.- Jimin miró tristemente a Jungkook. -¿É intentas escapar?

-Lo siento.- Jungkook empezó a preocuparse de que pudiera haber despertado al Jimin que le asustaba, pero parecía como si hubiera despertado otro.

-Yo...- Jimin sacudió la cabeza, mirando a Jungkook. Sus ojos brillaban por las lágrimas que se formaban en ellos. -Por favor no me dejes.

-No puedo quedarme contigo.- Jungkook decidió no decir que sí se quedaría con él, porque estaría mintiendo. Si tuviera la opción, Jungkook no estaría cerca de ese loco.

-Por favor, quedaría solo.- Jimin secaba sus lágrimas. -Estoy tan solo.

Jungkook estaba de pie con la espalda apretada contra la pared, observando cómo Jimin se desplomaba lentamente en el suelo.

Mientras Jungkook lo observaba, sintió algo que nunca esperó sentir.

Compasión.

Lentamente, Jungkook se agachó delante de Jimin y dudoso extendió su mano. Jimin levantó la vista y olisqueó, secándose los ojos.

-Por favor, no me dejes, Kookie.- Dijo Jimin en voz baja, sonando como un niño. -Por favor, no me dejes como lo hacen todos.

Aunque tuviera que mentir, Jungkook sintió que sólo había una manera de responder.

Lentamente extendió la mano y secó las lágrimas de Jimin. Él apoyo su rostro en la mano de Jungkook, mientras la acariciaba.

-No voy a hacerlo.- dijo Jungkook finalmente, aunque se sentía mal por mentir.

Una pequeña sonrisa se formó en los labios de Jimin cuando giró levemente su cabeza y besó la mano de Jungkook.

-Gracias.

(...)

A pesar de su fracaso anterior, la determinación de Jungkook seguía ahí. No sabía de dónde había salido, pero iba a usarla mientras la tuviera.

Después de explorar las partes de la casa en los que se le permitió entrar, Jungkook finalmente había ideado un plan.

-¡Jimin!- Jungkook gritó, y rápidamente Jimin apareció en su habitación. Jungkook hizo un puchero, tratando de verse lo más lindo posible. -Tengo hambre, ¿puedes por favor hacerme algo?

Jungkook se sintió mal por usar el amor de Jimin por él para su ventaja, pero tenía que hacerlo.

-Por supuesto, ¿qué quieres?- Jungkook fingió pensar en ello.

-No estoy seguro, pero quiero cambiar lo que como, no sólo sándwiches y manzanas.- Jimin asintió, y Jungkook le dió su mejor intentó de sonrisa.

-Está bien, veré que hacer.- Jungkook asintió mientras Jimin se alejaba, agradecido de que su plan estuviera saliendo bien hasta el momento.

Una vez que escuchó a Jimin trabajando en la cocina, empezó a moverse.

Jungkook salió furtivamente de su habitación, siguiéndose detrás de Jimin. Agarró un rodillo que anteriormente había puesto en ese lugar.

Lo rodó entre sus manos, mordiéndose los labios mientras se preparaba. Tenía que golpear a Jimin lo suficientemente fuerte para al menos dejarlo inconciente, pero no lo suficiente como para matarlo.

Tan pronto como pudo, Jungkook golpeó a Jimin en la cabeza, cogió las llaves que estaban a su lado y corrió hacía la puerta, sin molestarse en comprobar si había golpeado lo suficientemente fuerte.

Buscó la llave, su libertad tan cerca.

La metió en la cerradura y la giró, oyéndo la puerta abrirse. Su mano ni siquiera había soltado la llave cuando una mano le apretó la muñeca con fuerza.

-Eso no fue muy agradable, Jungkook.- dijo Jimin fríamente, con sus labios sobre la parte posterior del cuello de Jungkook. -Voy a tener que castigarte ahora, Kookie.