00 - Prólogo

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Año 2147. El mundo está devastado. Se han vuelto a hacer uso del armamento nuclear que, tiempo ha, decidió guardarse de nuevo bajo llave. Obligaron a la humanidad a resguardarse bajo búnkeres durante varios meses, pues las cúpulas fueron en su inmensa mayoría destruidas, haciendo imposible habitar en ellas. Ahora, toda la atmósfera vuelve a estar cargada de radiactividad.

Pero yo soy de las pocas personas que ignoraron los peligros del exterior y no quise volver a verme encerrada sin ver la luz del Sol. No después de haber salido del laboratorio, donde me tuvieron recluida y experimentaron conmigo durante ocho largos años, y haber estado viviendo de forma nómada en el desierto hasta que estalló la última guerra.

Para mí, siendo sincera, no me ha supuesto nada esta guerra, ni que las ciudades no sean apenas habitables. Me da igual la humanidad, salvo que ahora están todos un poco más locos que de costumbre y me resultan bastante molestos, sobre todo porque ahora parecen más reacios a comerciar víveres y mercancías con una mutante de ojos y pelo rojos. Pero, para qué engañarte, es bastante divertido enfrentarte a alguno de ellos y aplastarlos como insectos. Aunque el olor a piel y pelo quemados es demasiado desagradable.

Aparte de todo esto, por lo demás estoy bien. Me muevo sola por el mundo, sobrevivo como puedo, sin compañía, sin tener que cuidar de nada salvo de mí misma...

Mi nombre es Hera, y te voy a contar mi historia. Pero, antes, te explicaré la clase de mundo en la que vivo:

"Viajamos al año 2036. El mundo se sume en una nueva guerra: La Gran Guerra del Petróleo, o más comúnmente conocida como "Tercera Guerra Mundial." Muchos países y grandes potencias mundiales cayeron bajo una auténtica masacre, continuando después el derramamiento de sangre con guerras civiles en todo el planeta. Cuando poco a poco la Madre Tierra iba recuperándose de estas guerras, en 2043 la ONU decidió aprobar una ley para el desmantelamiento de armamento nuclear. A partir de esto, las industrias armamentísticas se centraron en, o bien abandonar la industria, o en crear armamento biológico. Pero hasta aquí, todo era un chiste, pues la humanidad pasaría por su peor etapa: 22 años de actividades sísmicas, inundaciones, erupciones volcánicas, desde 2084 al 2106, siendo el peor de todos, el 2098.

Una vez más, el mundo se recuperaba de esta serie de catástrofes, el humano trajo de vuelta La Peste, gracias a la creación de las armas biológicas. Tras esto, todo empezó a suceder y el mundo y la humanidad iban en declive. La población comenzó a rebelarse contra las organismos políticos y militares y la faz de la Tierra entró en un estado totalmente anárquico. A causa de esto, se hizo un uso incontrolado del armamento biológico y, del hasta ahora requisado, nuclear, sumiendo a todo el planeta en una auténtica desgracia. Pasaron muchos años hasta que los pocos supervivientes de estos ataques fueron capaces de crear ciudades y protegerlas bajo una cúpula con la intención de proteger a sus habitantes de la radiación del desierto. Poco a poco, los humanos que tuvieron la suerte de vivir, hacían grupos de exploración con el fin de buscar más supervivientes y saber sus localizaciones, haciendo alianzas y reflotando a la humanidad por completo.

Pasaron muchos años en los que coexistían con paz, pero se acercaba algo malo una vez más, algo que el mundo no esperaba que fuese a pasar otra vez. En la ciudad de Hydrogenia, reconocida por ser la única en crear Replicantes con una esperanza de vida cada vez más avanzada, gobernaba un Emperador el cual era odiado por todos los habitantes de la cúpula, Jade Noire. Tanto es que se sospechaba que fue capaz de matar a su propia madre, Ione Noire, por tener el control absoluto del gobierno. Tras una rebelión de los mutantes de la ciudad y un apoyo enorme a la Reina de los Renegados, quien fuera ahijada del mismo, el Emperador se vio en la obligación de dimitir y abandonar su puesto de poder, cediéndoselo así a Reira Scheider y a su marido, Jared Williams, el que fuera Comisario de Contención de la SCAR (Cuerpo de seguridad de Hydrogenia) y, posteriormente, guardaespaldas de Jade. El pueblo aclamó al matrimonio e incluso los quisieron como auténticos Reyes. Hydrogenia prosperó, convirtiéndose en una potencia mundial junto con DetoxDC y siendo bastante respetada por el resto de ciudades.

Cinco años después Hydrogenia festejaba el nacimiento de una nueva princesa, Kara Williams, fruto del amor entre Jared y Reira. Tras 12 años de reinado, los reyes decidieron hablar al pueblo sobre una ley que uniría por fin desierto y ciudad, sin muros que los separasen, para que vivieran humanos y mutantes en sintonía, con el fin de no crear racismos ni distinciones entre razas. Durante 5 años, deliberaron pros y contras, teniendo en cuenta a otras ciudades en sus distintas opiniones y fue cuando, el antiguo Emperador de Hydrogenia, dio el golpe. Declaró la guerra al resto de ciudades del mundo, siendo la más amenazada DetoxDC (con la que Hydrogenia tenía bastantes roces a causa de las opiniones totalmente contrarias sobre los derechos de los mutantes), y lo hizo en nombre de los reyes. Tales fueron las amenazas que, al final, la ciudad se convirtió en el punto de mira del resto de la humanidad, causando una nueva guerra mundial y por la que, por desgracia, Jared y Reira tuvieron que huir, teniendo que separarse de su pequeña."

Alucinante, ¿verdad? Hasta dónde puede llegar la imbecilidad humana.

Volviendo al presente, a mí, sin embargo, todo esto me la traía al pairo. Mi ciudad, DetoxDC, tenía una ley muy clara contra los mutantes: ninguno dentro de la ciudad, y el que se atreviera a acercarse, moriría a manos del ejército, o más bien bajo el rifle de la Comandante de la Muerte, mujer la cual era temida fuera de los muros que separaban el desierto de la metrópolis, pues mantenía la frontera bien a raya.

Yo, mientras se hacía esa caza racial, estaba siendo estudiada en un laboratorio en las profundidades de la urbe. Mis propios padres fueron los que me vendieron a los científicos a cambio de comida y protección porque, claro, tener una hija besada por el mismo fuego no era algo seguro para ellos. Y sí, literalmente besada por el fuego. Mi mutación me permite controlarlo a mi antojo, pues emana de mi interior. Controlo también el calor -siendo mi temperatura corporal bastante más alta de la media-, incluso mi cuerpo puede albergar tanto poder en su interior que podría crear una supernova tal que destruiría el planeta entero. Imagínate qué pasaría conmigo si lo hiciera...

Realmente yo sólo controlaba el fuego hasta el punto de crearlo desde el interior de mi cuerpo y ya está. Fueron los científicos los que acrecentaron mi poder hasta tal grado, con la intención de usarme como un arma biológica. Obviamente, no contaron con mi falta de mi colaboración, así que a los 17 años usé mi poder para librarme de ellos y escaparme, viviendo desde entonces como una nómada más del desierto.

Fire Meet GasolineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora