16 - Pequeño matón

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BAKER POV

Había despertado gracias a un Liam nervioso, zarandeándome para que abriera los ojos. Al parecer, había dormido toda la noche en la misma postura: a los pies de mi colchón. Liam quería que fuese a buscar a Selene, pues había salido hacía un largo rato sin dejar ninguna nota y quería saber dónde estaba, así que le hice caso al pequeño, me puse mi uniforme, me armé y salí en su busca.

Lo mimo demasiado...

Me llevé un par de horas dando vueltas por la ciudad sin ver a la pelirroja, así que, cansada de andar sin rumbo, volví al bar. Al abrir la puerta y alzar la mirada, ví a Selene junto a Allanon.

— Vaya. Y yo buscándote... — Dije con seriedad, retirándome la máscara.

— Lo siento, Comandante. Pero algo ha pasado que es más importante... — Alcé una ceja curiosa. Desvié la mirada hacia Allanon, el cual me saludó con un escueto "eyyy..." mientras dedicaba miradas a la chica. La puerta a mis espaldas se abrió de golpe, lo que me hizo saltar en el sitio y girarme para ver de qué se trataba, apuntando con mi rifle en esa dirección.

— Hola, ya estoy aquí... — Dijo Nínive.

— Coño... Qué susto... — Resoplé, bajando mi arma.

— Uff... Esto... Battery... Tengo que contarte una cosa... — Miré a Allanon y luego a Selene, con gesto interrogante.

— El señor Allanon ha esguinzado a Liam. — Espetó seria Selene, abriendo una botella de whiskey y bebiendo a morro de ella. ¿Esa palabra existía? — ¿Qué tal andas, Nínive? — La doctora contestó con un simple asentimiento de cabeza.

Y se queda tan tranquila...

— A ver, vayamos paso a paso... ¿Cómo que Allanon ha "esguinzado" a mi hermano...? — Pregunté mirando a la pelirroja usando el mismo vocablo, para desviar mi vista luego hacia el susodicho. — Dónde está Liam. —

— Todo tiene una explicación... — Me puse las manos en la cintura, en jarra, esperando la respuesta. — Fui a buscar a Selene y la traje en brazos porque se había desmayado... Liam al verme entrar con ella así, se pensó que le hice daño y me vino a pegar una patada en la espinilla... — Señaló el moratón que tenía. — De la patada se ha hecho daño en el pie... —

— Es verdad, Liam lo aporreó... — Afirmó la pelirroja mientras seguía empinando el codo. Yo miraba de uno a otro con los ojos entrecerrados.

Suspiré cuando terminó la explicación, tomándomelo con tranquilidad. Me colgué la ametralladora en el hombro y me paré a encenderme un puro antes de responderle. Expulsé el humo con lentitud y sonreí divertida.

— ¿Un niño de diez años te ha hecho semejante morado? Qué triste... — Negué con la cabeza.

Mi vista se volvió a desviar mirando a Selene, la cual no paraba de beber. Me acerqué a ella, a distancias peligrosas. Mi gesto ya no era tan divertido.

— ¿Mi hermano ha sobrevivido todo este tiempo contigo...? ¿En serio? — Ladeé la cabeza. — Dónde. Está. Liam. — Repetí, más lento, a ver si así respondían, sonando más amenazadora.

— Está en la trastienda, se encerró allí... — Respondió Allanon.

Al desviar mi mirada hacia el lugar, la puerta se abrió y Liam salió de ahí, corriendo como podía con gesto de dolor. Se acabó enganchando a mi pierna como si fuera un pequeño koala y señaló recriminatoriamente a Allanon.

— No me gusta. Es un capullo... — Infló los carrillos y yo me reí. Mi gesto cambiaba cada vez que aparecía mi hermano. Acabé agachándome para acurrucarlo en mis brazos y cogerlo, para sentarlo en un taburete.

Fire Meet GasolineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora