Veo como ella se despierta poco a poco y me sonríe.
- Mmm buenos días amor - me dice al tiempo que se acomoda en mi pecho.
- Bueno días hermosa - le respondo al tiempo que le acaricio su lacio cabello.
- ¿Hoy se cumplen seis años desde que murió, cierto? - me pregunta mirándome a los ojos.
- Si - es lo único que puedo responder mientras cierro un momento los ojos.
- ¿Deseas que los niños y yo te acompañemos a visitar la tumba?
- La verdad es que no sería una mala idea - le sonrío
- Entonces después de ir al cementerio tú te iras a la empresa y yo me voy con los niños a la firma de autógrafos - me dice al tiempo que se sienta a horcajadas sobre mí.
- ¿Hoy es la firma de autógrafos?
- Si, se puede decir que hoy hace tres años que publiqué ese libro y ya se hizo famoso
Estaba a punto de besarla cuando escuchamos un regaño.
- ¡Te estoy diciendo que te quites! - una pequeña voz está regañando a alguien.
- Pues tendrás que obligarme - le responde la otra voz.
Nos levantamos de la cama y salimos del cuarto, miramos por el pasillo y no hay nada raro, comenzamos a caminar y cuando estoy a punto de pasar el cuarto de Ariadna veo como Adam y Oro la están aplastando en la cama.
- Quítate que pesas mucho y tu también Oro - vuelve a decir Ari a lo que su hermano responde con un no y el perro se limita a soltar un ladrido - Si no te quitas voy a llamar a mi papá.
- No seas tan niñita, igual él no te creería - responde Adam.
- ¿Por qué es que yo no le creería? - pregunto subiendo mi tono de voz para asustar a Adam.
- ¡Papá! - dice rápidamente al tiempo que trata de pararse y dejar de espichar a su hermana, sin embargo, se enreda y cae al piso - Auch - dice mientras se soba la cabeza, a lo que todos soltamos una risa.
- Buenos días niños - dice dulcemente mi mujer acercándose a saludarlos
- Buenos días mamá - responden en coro y se escucha otro ladrido.
- Buenos días a ti también Oro - decimos al tiempo mi mujer y yo.
- Bueno niños necesito que se alisten porque hoy vamos a ir al cementerio y después van a acompañar a su madre a la firma de autógrafos - les digo y todos nos comenzamos a alistar.
Llegamos al cementerio y parqueo lo más cerca que puedo de la tumba, nos bajamos y todos caminamos en silencio; cuando llegamos miro la lápida y no puedo evitar derramar una lágrima mientras leo el nombre y el epitafio que aparece escrito
'Cedric Collingwood
Hijo, hermano y amigo querido.
A los 26 años estoy aquí en contra de mi voluntad'
- Mami, hay algo que no entiendo - le pregunta Ariadna a Tamara.
- Qué no entiendes corazón - dice ella agachándose para estar a la altura de su hija.
- Es que no entiendo por qué en el libro que escribiste tu eres la que muere y no mi tío, aparte de que el nunca aparece.
- Pues no vez que mi papá no quería que mi tío apareciera en el libro de mamá - responde Adam.
- Adam - regaña Tami a nuestro hijo - lo que pasa cariño, es que yo quería hacerle un homenaje a tu tío, teniendo en cuenta que él fue un muy buen amigo mío, y pues simplemente decidí compartir la historia de tu padre y mía cambiando algunos detalles como el hecho de que yo era la que tenía leucemia.
- Aunque también le pedí el favor de que dejara nuestros nombres pero que cambiara los apellidos para que las personas no nos reconozcan y que en ningún momento nombrara a mi hermano mellizo - le digo a mi hija al tiempo que la alzo.
- Pero entonces ¿qué cosas de las que escribió mami son ciertas? - Pregunta mirándome a los ojos.
- Mmmm pues la forma en la que nos conocimos, el día que le pedí ser mi novia, el día que me dijo que estaba embarazada de ustedes, mi cumpleaños, aunque lo del Rolex si fue que ella se lo inventó - agrego rápidamente - También es cierto la forma en la que le pedí matrimonio, aunque no fue muy explícito ella si alcanzó a tener unas complicaciones en el parto y, por último, el hecho de que ustedes cumplen un día antes que ella - le respondo para después darle un beso en la mejilla y bajarla.
- Pero entonces ¿mi tío si nos alcanzó a conocer a nosotros? - vuelve a preguntar con su dulce voz.
- Así es princesa, el murió un año después de que ustedes nacieran.
- Uff menos mal no murió para nuestro cumpleaños sino un mes después - escucho que dice Ari y yo sólo sonrío por su inocencia.
- Mamá, pero entonces ¿por qué mencionas a mis tías como si fueran hermanas de mi papá y no tuyas? - pregunta esta vez Adam al tiempo que Tami suelta una carcajada y me mira.
- Lo que pasa es que eso fue un capricho que tuvo tu papá, el simplemente de un momento a otro me dijo 'Amor tienes que meter a tus hermanas en la historia, pero quiero que las pongas como mis hermanas' - responde ella, aunque engruesa la voz un poco tratando de imitar la mía.
- Eso no fue así - le reprocho
- ¿A no? Entonces ¿cómo fue? - pregunta cruzando los brazos.
- Yo emm simplemente te pregunte si tus hermanas podían ser mis hermanas en la historia - digo sin mirarla a ella sino a la lápida - La verdad es que fue porque un día Cedric me dijo que tus hermanas le caían tan bien que le hubiera gustados que fueran sus hermanas.
- Amor tu sabes que Cedric siempre que alguien le caía bien decía lo mismo - dice mientras me abraza.
- Tienes razón amor - le digo y la beso - Bueno, creo que es hora de que nos despidamos por hoy de Cedric.
- Chao tío - dicen los niños para después salir corriendo hacia el carro.
- Hey cuñado, no sabes lo feliz que estarías aquí en este momento diciendo que vas a consentir demasiado a tu sobrino - dice mientras toca la lápida.
- Pero si el sí consintió mucho a los niños antes de que muriera - le digo mientras me agacho para mirar la lápida.
- Pues a los mellizos si los consintió mucho pero no al que viene en camino - dice sin mirarme a los ojos.
- Espera, espera, ¿cómo así? - digo abriendo los ojos - Estas diciendo que... ¿Estas diciéndome que estas embarazada?
- Así es Colton, estoy embarazada y parece ser que va a nacer para tu cumpleaños - dice mientras se coloca de pie.
- ¡Estas embarazada! - digo para después pararme y abrazarla.
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Todo se basa en los recuerdos
Short StoryTodo pasa delante de mí como si fueran flashes, diferentes momentos en diferente orden, me siento atrapado, perdido y asustado, no sé qué me tenga preparado el destino, solo sé que tengo que ser fuerte, no solo por mí, sino por todos. Miro la...