No tuve oportunidad de realizar un recorrido digno dentro del Callejón Diagon. Mi cabeza giraba en todas direcciones, pero sin poder pisar una sola tienda, salvo una: Olivander's. Según dijo el anciano, el mago no elige a la varita, si no todo lo contrario. Eso explicaría porque fue la única tienda que pise.
Luego de eso, mi padre se encargo del resto. Túnica, libros y todo lo demás. Una serpiente fue lo que me trajo, mi esperanza estaba puesta en una lechuza, pero el dijo que me mostraría algo que no podría hacer con una lechuza... y lo hizo.
×××
—Estos humanos despreciables —se quejó contra mi oído —no tienen respeto por nada ni por nadie.
—Siquiera se respetan a si mismos, Gueriny —respondí pasando entre la multitud.
Gueriny sentía repulsión hacia los humanos, los detestaba y cuanto más lejos se mantuviera de estos, mejor. Al llegar a King's Cross le ordené que se ocultara bajo mi chaqueta, de otra manera no se me permitiría entrar con una serpiente al hombro. Frente a una pared, una familia se encontraba de pie. La mujer, quien parecía ser la madre de los cuatro niños pelirrojos, sostenía a otro niño, de cabello color azabache, y le hablaba con paciencia.
La mujer hizo seña a uno de sus hijos y este emprendió marcha hacia la pared, me prepare para ver el porrazo que se daría contra el muro, pero, para mi sorpresa, el chico desapareció. Estaba paralizado, lleno de asombro, uno vez que hube pasado de ese estado de parálisis producido por la impresión del momento, me preparé para cruzar yo también.
Una mano me tomó del hombro, deteniéndome en ese instante. En rostro de mi padre bajo hasta quedar a mi altura, una diminuta sonrisa se dibujo en su rostro, pero la oculto de inmediato bajo ese velo sombrío que mostraba siempre. Pero luego dijo algo que me hizo cambiar mi postura totalmente.
—Hazme sentir orgulloso —me susurró —, no falles en esto...
Todo había cambiado ahora. Por alguna razón las palabras de Fryda volvieron a hacer eco en mis oídos. Su última pregunta antes de marcharse, ¿era por eso que tía Floop no me quería aquí? ¿Mi padre de verdad era uno de ellos? No sabía las respuestas, pero mi mente tomo rumbo hacia la peor opción.
Al pasar, choque con un chico, él cual se giro hacia mí con el ceño fruncido y una mueca de asco en su rostro. Sin decir nada bufo y continuo caminando.
Una vez en el tren, busque un cubículo vacío y decidí sentarme. Gueriny salió de dentro de mi chaqueta, observando a su alrededor con rostro neutro. La verdad es que Gueriny no tenía muchas expresiones, o se enfadaba o mantenía esa expresión neutra tan característica.
—¿Puedo sentarme aquí? —preguntó una chica de cabello castaño y algo ondulado.
Asentí, a lo que ella sonrió y tomó asiento frente a mi. Se veía bastante inquieta, pero, sin prestarle atención, fije mi vista en la ventanilla y termine cayendo en el sueño.
Un hombre de túnica negra se encontraba de pie frente a mis ojos. Cuando este se agachó sobre una de sus rodillas, logré ver detrás a otro hombre encapuchado, quién sostenía una varita delicadamente entre sus dedos pálidos.
El hombre arrodillado extendió uno de sus brazos, quitando la manga de su túnica hasta el codo, y el otro hombre en pie posicionó su varita en la piel de su antebrazo.Una sensación de miedo me invadió, no sabía exactamente que hacían, pero lo descubrí al ver una mancha negra adentrándose en la piel del sujeto... aquella era la marca.
Debajo de la capucha, unos ojos rojos como la sangre se dirigieron a mi, y debajo de estos se dibujo una sonrisa macabra....
—¿Por qué te llevaría solo a tí con él si no es por lo mismo que Floop creé? — dijo, pero esa no era la voz de un hombre, era la voz de Fryda...
Pegué un gritó y di un salto en mi asiento. Varios ojos me observaron confundidos, sin prestarles mucha atención, decidí que sería mejor ir a cambiarme.
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INHERITORE _ Harry Potter
FanficUna Profecía Un Nacimiento... Un Secreto... Y Un Heredero...