Capítulo Anexo: Cuadros del Pasado-Pequeña Libertad

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.  Inicial: Hola este capítulo es un extra que tal vez les confunda aún más pero les juro que no tardaré en subir el ultimo capítulo, o bueno tal vez haya más porque, esta historia es más complicada de lo que pensé y así. Es como un pre capítulo, y está situado -por así decirlo en una línea temporal- antes del inicio de la novela. 

Regresó a la sala.

—Así que ya vas a empezar —le dijo Allison a Scott.

Ella está parada a la mitad de la lujosa sala, para una persona de clase media alta.

—Pues... Sí... —indica el moreno con la botella de cerveza en una mano, sentando con desenfado en un sillón individual.

La mujer, porque es una mujer, se queda en silencio, claro que sí, después de todo no ha sido duro. Es temprano, pera ella ya ha llevado a sus hijos a su cuarto y se ha asegurado de que estén dormidos, sabe lo que significa esta fecha para Scott.

—Ya sé, es difícil —se lamenta ella, se sienta en un sillón.

—Le recuerdo feliz cuando éramos aun tan jóvenes... —explica con tanta melancolía—. ¿Por qué no puedo superarlo Allison? ¿Por qué? ¿Por qué aún se siente como el primer día?

—No lo sé Scott... Creo que, yo tampoco del todo —pronuncia, se acerca a su esposo.

El pobre hombre yace tan desolado, Allison sólo puede acariciarle la cara, mientras limpia las lágrimas con sus tibias manos.


Scott recuerda una mañana hace muchos meses atrás:

—Así que hoy es el día —indicó Allison, apenas habían comprado su casa y estaba un poco vacía, pero Scott estaba tan feliz y animado.

—Sí —respondió. Había comprado ropa especial para esta ocasión.

—Luces como un cajero de McDonalds de alta categoría o algo así —bromeo la Argent.

—Oh Allison, no me desanimes —se quejó con casi nada de resentimiento, mirándola—. Oh... eso podría ser bueno. Para que se ría de mí.

—No es cierto, es un poco risible tu atuendo, ya sabes. ¿Pantalón de vestir beige, camisa blanca, y corbata roja? —le juzgó de nuevo mientras se acercaba a él.

—Sí, creo que pude haber escogido algo más moderno o mejor. Bueno, tampoco iba a ir con la ropa del trabajo —decía mientras intentaba ponerse la corbata frente a un espejo largo y alto.

—No está tan mal, sólo que... Esta camisa blanca es mejor con manga corta. —Le empezó a desabotonar la prenda.

—¿Segura? —preguntó el moreno con expresión sorprendida.

—Obvio, hasta Lydia te lo diría. Quítate esos zapatos —le indicó mientras caminaba hacia el armario del cuarto y sacaba una camisa blanca de manga corta ya planchada—. Póntela fortachón —dijo admirando el cuerpo ejercitado de Scott—. Y te compré esto... —Sacó una caja con unos tenis no muy formales, pero tampoco demasiado sport marca Adidas. Y una caja con un reloj negro casual para la muñeca izquierda.

—¿Y la corbata? —preguntó el moreno una vez se puso todo eso.

—Olvídala —aseguró—. De acuerdo, te ves mejor. Y muy guapo, sólo falta esto. —Se acercó y le dio un beso en los labios mientras le abotonaba el botón del cuello—. Listo.

Scott estaba tan emocionado porque después de tanto le iba a poder ver otra vez. Y de contarle de su nuevo empleo, y de sus dos hijos que no tenía ni el año de nacidos pero que estaba siendo un buen padre. De que todos sus amigos estaban sanos y bien y en general habían cumplidos sus sueños. Que Lydia por fin vivía en la ciudad de la moda organizando pasarelas. Que Danny era su ayudante y el encargado del marketing usual. Así mismo le contaría lo que los demás habían hecho.

Por fin había llegado al lugar dónde le vería, había llenado todo el papeleo necesario y estaba impaciente.

Estando en aquella estancia de quince metros por veinte, en una banca blanca al igual que casi todo ahí, y en el suelo un camino de grandes piedras de río. El único sonido era el tranquilizador sonido de una fuente de agua, y también la luz del sol que entraba desde arriba porque no había techo. Pero de igual modo estaba bajo la sombra de un árbol mediano con frutos frescos.

Stiles entró por la puerta principal para los que vivían ahí. Acompañado de otra persona que sólo se quedó en la entrada con los brazos cruzados atrás de su cuerpo a un lado del portón bien cerrado.

—Hola Stiles —saludó casi con lágrimas en los ojos. Porque le llenaba de felicidad poder ver a su amigo de nuevo. Era algo casi demasiado surreal. Y Stiles estaba vestido por completo de blanco.

—Hola Scott —dijo con una sonrisilla tímida. Se sentó frente a él.

—¿Cómo estás amigo? —preguntó mientras le agarraba las manos entre las suyas con los ojos húmedos y muy atento.

—Yo... —Miró con melancolía sus manos y las de Scott—. Podría ser peor ¿no?

—No te preocupes, los médicos me dijeron que estás mejorando. Sé que pronto podrás salir de aquí. Si quieres puedes vivir en nuestra casa un tiempo. Podrás cuidar de mis hijos —aseguró con tanta esperanza en la voz.

Stiles abrió los ojos un poco más y le miró interesado.

—¿Hijos? —preguntó incrédulo.

—Sí, hijos, mis hijos Stiles. ¿Puedes creerlo? ¡Ya soy padre! —estalló en emoción.

—¡Oh Dios! —celebró—. ¿Son lindos? ¿Cómo se llaman? ¿Qué edad tienen?

—Apenas y tienen seis meses. Una se llama como mi madre y la otra como la tuya Stiles. Y sí, son preciosas. —Y pensó—. Queremos otro, un niño que se llame como el padre de Allison.

—Vaya esos son muchos niños... —susurró Stiles mirando hacia la mesa de un gris demasiado claro.

—Pero no importa, crecerán, la familia será más grande. Te prometo que cuando salgas de aquí lo primero que haremos será llevarte a casa para que puedas conocerlos —expresó tan feliz que una lagrima se le salió del ojo.

—¿Salir de aquí? —preguntó con ironía.

—Sí —dijo casi como una súplica.

—Salir de aquí... —musito mientras el brillo en sus ojos se desvanecía, se volvían opacos y vacíos—. Claro que saldré de aquí Scott.

—¿A qué te refieres Stiles? —preguntó mientras el gesto de felicidad se desvanecía de su rostro con lentitud—. ¿Stiles?

Pero la conciencia de Stiles ya no estaba ahí más... 


NOTA DE AUTOR: No tengo idea de cuantas personas lean esto en Wattpad, pero de igual modo lo voy a seguir subiendo porque ni de chiste voy a dejarlo incompleto. 

TRELOS (A Temporary Shelter)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora