.13 (¿Moralidad?) [Muchos Caminos A Seguir]

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  Cuándo eres una víctima simplemente eres como un cordero con miedo.  

Las cosas se ponen grises, porque los ojos de Derek se oscurecen, y los recuerdos parecen fortalezas de arena que se caen de modo torpe, Stiles apenas tiene tiempo antes de recordar hasta este punto, la muerte de la madre de Theo.

Recuerda que Theo y él caminaron parte de la carretera hasta que alguien los rescató y los llevó a la ciudad después del incendio de su casa. Recuerda cuando los padres del chico rubio le acogieron en su hogar porque no tenía ningún lugar a donde ir. Recuerda haber estudiado hasta el cansancio para poder acabar la secundaria, y continuar al siguiente nivel para poder tener una carrera al menos técnica. Recuerda no haber terminado la universidad por problemas financieros. Recuerda haber conseguido ese trabajo en la empresa de Derek. Recuerda...

—¿Recuerdas lo que pasó después de entraste a mi oficina? —pregunta Derek con una cara muy seria, el sol de este universo que ya existió se esconde entre las nubes, no quiere ver.

Stiles piensa... Y volvemos a la escena de la oficina, sólo que en la mente del castaño.

El de ojos whisky cerró la puerta detrás de él.

—¿Por qué te has metido a mi oficina sin permiso? —preguntó el moreno con consternación, se dio la vuelta antes de llegar si quiera al escritorio.

Stiles le miró con enojo.

—¿Usted me contrató sólo por qué cree que soy una cara bonita? —le cuestionó sin hacer caso a lo que le acaba de decir Derek.

—No has respondido a mí pregunta niño —habló el hombre con voz un poco más grave. Se empezó a acercar al chico con lentitud y su mirada ahora ya no tenía ese verde alegre y juguetón, sólo un color oscuro, como el color del follaje de los bosques.

—¡Responda usted primero! —exclamó el castaño con un poco más de miedo al verle tan cerca.

—Cállate —demandó el otro hombre, ya junto, que le agarró de la ropa y lo estampó a un lado de la puerta.

—¡No voy a...! —Casi grita, pero fue callado, por un beso robado de parte del Hale.

Las manos de Stiles se retorcieron, su cara se deshacía en una mueca de desagrado. Intentó con todas sus fuerzas librarse del otro cuerpo que le invadía, pero la entrepierna de Derek estaba sobre la suya ya, ni siquiera podía patearla.

—Te dije que cerraras la boca —murmuró el moreno y con agilidad presionó el seguro de la puerta antes de que Stiles pueda huir y abrirla—. Cuando llegaste a pedir empleo pensé que eras uno de los sujetos más zopencos e idiotas que había visto pasar por aquí—. Eso hirió los sentimientos de Stiles—. Sin embargo, tenías energía, y un bonito rostro. Me has demostrado que no trabajas mal. No eres el mejor claro... —Dejó el otro cuerpo libre y comenzó a caminar en su oficina, dejando a Stiles aún aterrado, sintiéndose sucio y con las piernas temblorosa pegado a una pared—. Pero cada vez que te noto en la oficina, sólo puedo verte, con ese rostro tan inocente... —Se recargó en su escritorio para poder ver mejor al chico—. Quisiera tanto tocarte, poner mis manos sobre tu cuerpo, y quitarte la ropa, besarte la boca de un modo tan sucio, y lamer tus pezones erectos. Tenerte desnudo sólo para mí, entrar en ti, hacerte sentir lleno hasta que me ruegues por más.

Stiles nunca se había sentido así, sólo eran palabras, pero en su mente, parecía que todo eso ya había pasado por la imaginación de Derek varias veces desde que entró al trabajo hacía un mes.

—Te quiero mañana aquí, será mejor que vengas adecuado —sentenció Derek sin más y tan tranquilo como siempre.

—¿Sabes Stiles? Nunca olvidaré nuestra primera vez en el aquel hotel —se burla Derek de nuevo en el presente, con sus ojos oscuros, una pequeña sonrisa también.

TRELOS (A Temporary Shelter)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora