TRELOS (A Temporary Shelter)

.8 (Restablecimiento de la Concordia)

La cabeza de Stiles se menequea de un lado a otro, pero se queda quieta por un segundo, y sus manos se posan sobre unos hombros que se sienten demasiado, fuertes, pero suaves al tacto, y con forma, bien trabajados. Sus ojos se quedan cerrados y el aire que el respira se comparte con el hombre que tiene delante de él, se para de puntas. Y sus delgados labios tocan los otros, el mundo se queda quieto.Su beso es correspondido pues las manos de Derek acarician la espalda del muchacho que tiene junto a él, sus manos, grandes, venosas, con vellos. Son unas manos no muy suaves, en realidad son muy masculinas. Y la barba le causa cosquillas a Stiles, sin embargo, el hombre mayor no sabe con exactitud a quien está besando. En medio de tantas personas en ese antro. El moreno Hale abre los ojos, separa al otro chico de su cuerpo. Y no es porque no le guste que lo bese, de hecho, desde la mitad de las vacaciones han deseado este momento con muchas ganas. Poder colocar esos suaves labios sobre los suyos y acariciarse con cariño durante quizá demasiado tiempo. Pero hay algo que no saben todos sobre Derek, o quizá no se han puesto a pensar que él es un chico demasiado pasional. Porque... el moreno no deseaba que esto sucediera así. En realidad, quería algo especial, para decirle a Stiles que, se estaba enamorando de él.

Pero el castaño lo toma a mal, interrumpirle a la mitad del beso es casi como si le hubieran dado una bofetada. El castaño sale con todo dándole demasiadas vueltas, las personas le observa irse, mientras Derek apenas y sienten el fantasma de un beso que yace ya extinto a pesar de apenas haber sucedido. Se queda de pie en medio de la pista de baile, los chicas y chicas que le rodean le observa con una expresión similar: confusión. Al parecer Derek y Stiles estaban dando un buen espectáculo pues puede ver algunas cámaras, con sus respectivos flashes. Es muy lento, pero reacciona, se acomoda la chaqueta de cuero con sus manos. Con la vista en el camino de salida, Derek persigue a Stiles. De igual manera el mundo se siente como si fuera demasiado rápido sobre su propio eje, y sus ojos no pueden poner la vista en un lugar en específico pues es como una cámara que flota en el océano. Y no sabe qué es, pero un camino, de seguro es por donde ha huido el castaño, el piso está roto, en la hacer hay una gran grieta. No puede saber si es real o sólo una ilusión de su estado de ebriedad. Pero, sólo sigue el camino, piensa en que no debe de perder de vista al chico, a penas y puede distinguirle como una silueta demasiado borrosa.

—¡Stiles! —grita un poco desesperado, se encuentra de nuevo en su estado pasional, está sensible.

Pero no hay respuesta. De un momento a otro puede distinguir al chico castaño caer al suelo, y la tierra se siente como si temblara, Derek cree que de nuevo es una ilusión. No tarda demasiado tiempo, cada vez se acerca más al chico. Sólo puede distinguir el sonido de sus pisadas en el suelo frío de la noche.

—Stiles —dice de nuevo. Se inclina a levantar al chico, sus manos pasan por debajo del abdomen del castaño y con la fuerza de sus brazos le estrujan contra su cuerpo una vez que lo pone de pie.

Sin embargo, el castaño no quiere que el moreno le toque más. Sólo quiere correr muy lejos. Hay tronidos en el cielo.

—Déjame Derek —replica el chico de las largas pestañas.

—No, no voy a soltarte, Stiles —dice con firmeza el moreno mientras coloca sus labios en el cuello del chico y su nariz puede inhalar su aroma, ese dulce aroma que hace que se revuelva de emoción por dentro.

—No te me acerques. ¡Déjame en paz! —exclama el castaño, se sintió rechazado hace unos minutos. No deja de intentar zafarse del agarre del otro chico.

Derek no dice nada, sólo se aferra.

—Me has rechazado Hale. Lo peor es que siempre lo supiste, incluso antes de que yo lo supiera —dice el castaño con las lágrimas empezando a salir de sus ojos.