SHADOWHUNTER ━ teen wolf

03

—Si existen los brujos, o hechiceros, o como quieras llamarlos, entonces... ¿existe Hogwarts? —preguntó Stiles.

Su pregunta me tomó desprevenida y tuve que contener una risa. Lo miré alzando mis cejas, no del todo convencida de que me estuviera hablando en serio.

Como que por desgracia la señora Calavera no dejó que me quedara con la motocicleta que me había prestado para llegar a la Iglesia, me vi en necesidad de conseguir otro transporte hasta Beacon Hills. Y no me quedó más remedio que ir haciendo de copiloto de Stiles.

Detrás nuestro, en la fila de asientos traseros, las tres chicas que se habían presentado como Kira, Lydia y Malia dormían plácidamente. Más atrás, en la pequeña caja del jeep, Scott y Derek hacían lo mismo, lo que nos dejó a mi y a Stiles como las dos únicas personas despiertas en un viaje de carretera durante toda la noche.

Por ende, y para no dormirse tras el volante, Stiles comenzó a evacuar todas sus dudas sobre lo que era real y lo que no. Y yo, como no tenía más nada para hacer y no quería morir en un accidente automovilístico a manos de un mundano, decidí darle charla para mantenerlo despierto y divertirme un poco.

—Si, es uno de los colegios más prestigiosos de magia y hechicería. Es un privilegio entrar en él.

—Así que Harry Potter existió. —Me mordí la lengua para no reír y asentí—. ¿Por qué alguien escribiría sobre todas esas cosas reales y dejaría que los humanos lo leyeran?

—Porque si no me hubieras conocido todavía seguirías pensando que todo es ficción. Las teorías favoritas del submundo es que en realidad la autora es una exalumna y que escribió los libros para mantener vivo el recuerdo de Harry. Pero no hay registros de que sea cierto, y nunca los habrá.

—Pero si Harry queda vivo.

Lo miré de reojo. Podía ver la confusión en sus inocentes facciones. Una constante lucha entre la parte de él que se mantenía escéptica a mis mentiras y la parte que ansiaba creerme.

Iba a tener que decirle tarde o temprano que todo era una broma, pero antes de eso me permití jugar con él un poco más.

—En la realidad no, muere en la batalla contra Voldemort, pero escribir eso en los libros le era muy difícil así que se inventó otro final un poco más alegre.

—Me acabas de arruinar la infancia —dijo Stiles—.¿Qué sucedió con el resto?

—Nadie lo sabe. Suponemos que estará viviendo su vida normal por ahí, no conocemos realmente mucho de las guerras del mundo mágico.

—No tienes idea de lo que me arrepiento de haber preguntado.

A ese punto ya no pude contener mi risa y dejé salir una carcajada que despertó a una de las chicas detrás nuestro, quien pidió media dormida que bajáramos la voz.

Stiles, por su parte, apartó la vista de la carretera para mirarme atónito.

—¿Estabas bromeando?

—¡Por supuesto! —exclamé entre risas. La expresión en su rostro era impagable. Lo había ofendido, de eso no cabía duda—. No puedo creer que te lo hayas creído.

—¡En mi defensa...! —Stiles apretó los labios derrotado, me señaló varias veces y luego regresó la vista al frente—. No tengo defensa. Debí saberlo.

Yo me encogí de hombros.

—No te culpo la verdad. La mayoría de las historias son ciertas, pero justo esta no.

—¿Se puede saber cuáles sí?

Un bostezo me robó las palabras de la boca. Estaba cansada, había sido un día agotador y forzarme a mantenerme despierta no estaba ayudando mucho. Mi runa de energía se estaba desvaneciendo sobre mi recién tostada piel y no sabía qué tan bien me haría dibujarme otra.