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"Yo... soy hetero" dije más como una pregunta. "Me molesta que hables así de mi hermana, eso es todo" él no me miró solo exhaló el humor por un lado de la boca.

"¿Quieres tomar algo?" Dijo apagando su cigarro en la maceta del centro de la mesa de café.

"¿Como que?"

"Como coca cola, vodka o café" dijo mientras se levantaba e iba al congelador.

"Sorpréndeme" dije riendo.

"Eres menor de edad, no puedo sorprenderte aún bebé" la sangre se congeló dentro mío al escucharlo decir bebe. Me miró divertido y me tendió una Coca Cola helada.

Le di un sorbo para evitar hablar. "¿Tu tienes hermanos?" Pregunté.

"Si... 2" (ya c que Lui tiene como mil hermanos pero no me ponchen
las pelotas aquí Lui tiene dos oks?)

"¿Mayores?" Louis me miró por un segundo antes de sentarse "¿Tienes hambre?" Me cambio de tema. "Mm no" dije extrañado. Sus ojos ya no brillaban, sus labios hicieron una mueca de tristeza y sonrió. "Yo tampoco" prendió otro cigarro.

Me levanté y empecé a recorrer el departamento, esta vez prestando atención a los detalles. Fui directo a la estantería de libros. Mis dedos los tocaban mientras iba de repisa en repisa. Había cinco estanterías, en las tres primeras mis dedos se llenaron de polvo. Es decir no leía esos libros desde hacia mucho tiempo, saqué uno y leí la descripción, hice lo mismo con algunos, eran de terror, literatura muy antigua y de historia. Pasé a las repisas que habían libros desordenados como si los sacaran una y otra vez. Eran libros eróticos, clásicos y románticos. Sonreí de lado. 

Luego fui por la ventana, la vista era grandiosa, se veía el cielo perfectamente despejado, los colores saltaban a los ojos, verdes de los parques, rojos de las flores en el balcón, violetas de las nubes... era como si antes mi vida estuvo en blanco y negro y ahora podría ver los colores gracias a él. 

Habían macetas con plantas en cada esquina, en cada mesa, en cada rincón. Todo en ese lugar era acogedor me preguntaba como sería su cuarto, me mataban las ganas de conocer como ordenaba su ropa, si es que lo hacía, o como olían sus almohadas, cuantas habían, si sus zapatos estaban por todas partes o si estaban en un solo lugar. 

Me voltee para mirarlo y sonrió. Sonrió como si nos conociéramos de toda la vida, como si él fuera mi hogar. 

"¿Qué musica escuchas cuando fumas?" pregunté. El asintió y se levantó entro a la habitación que se encontraba en la esquina, regresó con una laptop. Se volvió a sentar y me hizo un gesto para que me sentara con él. 

"¿Conoces Amy Winehouse?" asentí frenéticamente. "La amo" dijo riendo ante mi reacción mientras ponía una de sus canciones. "Me gusta escuchar a Arctic Monkeys y Lana del Rey también, le dan sentido al humo que llenan mis pulmones" dijo mirándome directo a los ojos. El brillo en sus ojos había regresado y ahora sentía que los míos también brillaban. 

Art boyWhere stories live. Discover now