Entramos a una cafetería pequeña. No había casi nadie dentro, nos sentamos cerca al ventanal. Evitaba mirarlo directo a los ojos, en lugar de eso miraba hacia las calles. Podía sentir el calor de su cuerpo, teniéndolo frente mío y su atención hacia a mí no ayudaba a mi respiración agitada.
"¿Por qué estás tan nervioso? no es como si fuera a raptarte" rió.
Sonreí, mis ojos no podían dejar de mirar la gente caminar ocupada fuera de la cafetería. "Lo sé" y miré sus manos apoyadas en la mesa. Sus nudillos rojos, sus venas azules resaltando su piel pálida.
Cuando la mesera de acercó rompí el contacto visual con su mano para mirarla. Su apariencia era curiosa, tenía un labial rojo como la sangre y el pelo rubio casi blanco tan largo que llegaba a la altura de la su cadera. Una sonrisa dulce. Preguntó que queríamos, yo pedí un muffin y un chocolate caliente, él pidió café y un sándwich.
"Chocolate caliente" dijo riéndose.
"Que es tan gracioso" fruncí el ceño.
"Cuantos años tienes ¿6?" Tosí y me acomodé en la silla totalmente incomodo.
"Para tu información tengo 18... y no hay edad para el chocolate caliente... te crees maduro por tomar café como los viejos..."
Se me quedó mirando con una sonrisa hermosa. Negó la cabeza divertido y puso un gesto ofendido.
"¿Me has dicho viejo?""Si... cuántos años tienes ¿40?... podrías ser mi papá" se me escapó una sonrisa al ver su cara de diversión.
Se levantó un poco inclinándose sobre la mesa hasta llegar a mi oreja y me suspiro "entonces llámame daddy"
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Art boy
Hayran KurguLo encontré perdido en una galería de arte. Nunca quise hacerle daño, solo quería hacerlo mío una y otra vez...