CAPITULO FINAL :33

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ULTIMO CAPITULO.! 

Miley trató de hacer que se levantara, pero, cuando vio que no pudo, apartó el rostro en el momento en el que él empezó a bajar la boca. Justin tuvo que contentarse con la suave piel del cuello de la joven.

—No puedes hacer esto —dijo ella. Su resistencia iba perdiendo fuerza a medida que los labios de Justin encontraban nuevas zonas que explorar.

—Claro que puedo...

Por fin encontró los labios de Miley. Lenta y profundamente, la besó de un modo que aturdió por completo los sentidos de la joven. Sin que pudiera evitarlo, suavizó los labios y los separó. Justo cuando acababa de rodearle el cuello con los brazos, Justin se apartó y comenzó a frotarle la nariz con la suya.

— ¡Canalla! —susurró élla. Entonces, tiró de él hasta que consiguió que sus labios volvieran a fundirse.

— ¿Vas a casarte conmigo ahora? —le preguntó él con una sonrisa.

—No puedo pensar —murmuró ella con los ojos cerrados—. Ni siquiera puedo pensar cuando me besas...

—No quiero que pienses —replicó él. Comenzó a desabrocharle los botones de la camisa—. Sólo quiero que digas que sí —insistió. En aquel momento, le cubrió un seno con la mano y comenzó a acariciarlo muy suavemente—. Dilo, Miley —le ordenó mientras le besaba la garganta, tratando de encontrar su punto débil—. Dilo y te daré tiempo para pensar.

—Muy bien —gimió ella—. Tú ganas. Me casaré contigo.

—Bien...

Justin volvió a unir sus labios con los de ella y le dio un breve beso. Miley trató de superar la bruma que le estaba nublando los sentidos y trató de escapar.

—Has utilizado malas artes...

Él se encogió de hombros. No le suponía ningún esfuerzo tenerla absolutamente inmóvil bajo su cuerpo.

—Todo vale en el amor y en la guerra, amor —afirmó él mientras la miraba con infinita ternura—. Te amo, Miley. Ocupas todos los rincones de mi pensamiento. No puedo deshacerme de ti. Amo cada centímetro de tu hermoso y alocado cuerpo —añadió. Entonces, volvió a besarla e hizo que Miley sintiera que el mundo se le escapaba un poco más de entre los dedos.

—Oh, Justin ... —susurró ella. Comenzó a besarle el rostro con salvaje abandono—. Te amo tanto... Te amo tanto que no puedo soportarlo. Durante todo este tiempo he pensado... Cuando Charlene me dijo que habías estado con ella aquella noche en las montañas, yo...

—Espera un momento —le pidió Justin mientras le enmarcaba el rostro entre las manos—. Quiero que me escuches. En primer lugar, lo que hubo entre Charlene y yo se terminó antes de que yo te conociera a ti, pero ella nunca ha querido admitirlo. Desde que te conocí, no he podido pensar en ninguna otra mujer. Incluso estaba enamorado de ti mucho antes de eso.

— ¿Cómo?

—Por tus fotos...Tu rostro me perseguía por todas partes.

—Nunca pensé que fueras detrás de mí en serio —musitó ella al tiempo que le enredaba los dedos entre el cabello.

—Al principio pensé que sólo era algo físico. Sabía que te deseaba como nunca había deseado a otra mujer. Aquella noche en tu apartamento, cuando descubrí que eras virgen, me quedé completamente atónito —admitió. Entonces, sacudió la cabeza como si aún le sorprendiera y enterró el rostro en la abundante cabellera de Miley-. No tardé mucho tiempo en darme cuenta de que lo que sentía por ti era mucho más que una necesidad física.

—Sin embargo, nunca indicaste que fuera más que eso.

—Parecías tan tímida en las relaciones sentimentales... El pánico se apoderaba de ti cada vez que yo me acercaba a ti. Necesitabas tiempo y yo traté de dártelo. Esperar en Nueva York me resultó muy difícil —le explicó—, pero aquel día en mi cabaña, perdí completamente el control. Si Larry y June no hubieran llegado cuando lo hicieron, todo hubiera sido muy diferente. Cuando me dijiste que estabas harta de que te manoseara, estuve a punto de hundirme...

-Justin , lo siento. No quería hacerlo, pero pensaba que...

—Sé lo que pensabas —la interrumpió él—. Lo único que siento es que entonces no lo sabía. No sabía lo que Charlene te había dicho. Entonces, empecé a pensar que sólo te interesaba tu profesión, que no tenías sitio en tu vida para nada ni nadie más. Aquel día en mi despacho, te mostraste tan fría y distante mientras me describías lo que pensabas hacer que sentí deseos de morirme.

-Eran todo mentiras -susurró acariciándole suavemente la mejilla—. Nunca deseé nada de todo eso. Sólo a ti.

—Cuando June me dijo por fin lo que había ocurrido con Charlene en la cabaña, recordé tu reacción y empecé a atar cabos. Fui a la fiesta de Bud para buscarte. Quería hablarlo todo contigo, pero, cuando llegué allí, tú no estabas en condiciones de escuchar declaraciones de amor. No sé cómo conseguí mantenerme alejado de tu cama aquella noche. Parecías tan suave y estabas tan hermosa... ¡y tan bebida! Estuviste a punto de hacerme perder el control.

Justin bajó la cabeza y la besó. Poco a poco, su boca fue conquistándola. Con las manos comenzó a moldear las curvas de su cuerpo con urgente necesidad. Miley se aferró a él y se dejó llevar por su deseo.

—Dios Santo, Miley, no podemos esperar mucho más...

Se apartó de ella y se colocó de espaldas sobre el heno. Sin embargo, ella lo siguió y lo besó apasionadamente. Justin trató de apartarla de sí y respiró profundamente.

—No creo que tu padre tuviera muy buena impresión de mí si supiera que estoy poseyendo a su hija sobre un montón de heno en su propio establo.

Volvió a colocarla donde había estado antes y la abrazó con fuerza. Miley se acurrucó contra él y apoyó la cabeza, sobre su hombro.

—No te puedo dar lo que deseas, Miley —susurró. Alarmada, ella levantó la cabeza para mirarlo—. No podemos vivir en Nashville, al menos por el momento. Tengo obligaciones en Nueva York de las que no me puedo ocupar desde aquí.

—Oh, Justin —comentó ella, más tranquila y completamente feliz. Él la estrechó contra su cuerpo y siguió hablando. 

-Existe la posibilidad de la zona que está al norte de Nueva York o de Connecticut. Allí hay muchos lugares desde los que no me resultaría muy difícil ir y volver de Nueva York en el día. Así, tú podrías tener tu casa en el campo si eso es lo que deseas. Un jardín, caballos, gallinas y media docena de niños. Regresaremos aquí con tanta frecuencia como sea posible y podemos ir a la cabaña a pasar los fines de semana los dos solos —susurró. La miró y se sintió muy alarmado al ver que Miley estaba llorando—. Amor , no llores. No quiero que estés triste. Sé que esta granja es tu hogar...

Justin comenzó a secarle muy dulcemente las lágrimas que le caían por las mejillas.

—Justin , te amo... —afirmó—. No estoy triste. Estoy mucho más feliz de lo que nunca habría podido imaginar. ¿Acaso no comprendes que no importa dónde estemos? Sea cual sea el lugar en el que esté contigo, ése será mi hogar.

Justin la apartó un poco de su lado y la miró muy seriamente.

— ¿Estás segura, amor?

Miley sonrió y levantó los labios para que fueran sus besos los que se encargaran de responderle.

Fin

~ Y si, este es el fin, siento defraudarlas si se esperaban el super final, pero a mi me pareció perfecto , cuenta todo lo que sentia justin, y bueno, ñañañaña se van a casar y van a ser felices JUNTOS por siempre....... huummmm aqui me huele como a segunda temporada :33

20 votos , 4 comentarios y hago segunda temporada

byeeeeee a todas mis hermosas lectoraaas :33 no se olviden de leer mis otras fanficts 

La imagen del amor (miley cyrus & justin bieber) ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora