Capítulo 14

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La maga de agua estaba decidida. Y aprovecharía que el pelirosa no estaba por el momento, para decirle al alquimista de hielo sobre la propuesta de este.

— Gray... — dijo ella a espaldas de este. Y le contó todo lo que el Dragon Slayer le dijo y su decisión acerca de eso. — ¿así que piensa Gray sobre esto? — preguntó esta, ya sentada en una de los bancos, al lado izquierdo del pelinegro.

— ¿Qué que pienso? — dijo desinteresado. — por ti y por mi digo que está bien, pero la verdad es que no veo a Natsu cuidando a un bebé. Es tan... — no terminó de decir debido a la pequeña risa que soltó su compañera.

— Si, es verdad, Juvia no se imagina a Natsu-san cuidando a un bebé, pero dejaré que la sorprenda. Después de todo, Natsu-san es alguien predecible y a la vez no. — mencionó con una suave sonrisa en su rostro.

El mago de hielo miraba a la peliazul con nostalgia, después de todo, no era debido a el, por la que esta sonriera. Más bien, era por su pelirrosa amigo.

— ¡he llegado chicos! — se volvió a escuchar la voz del chico y la puerta principal del gremio azotarse.

— ¡hasta aquí!, ¡No aguanto más! ¡Animal Soul! — dijo la menor de los Strauss al mismo tiempo que convertía la mayor parte de su cuerpo en un ave gigante que se disponía a darle su merecido al mago de fuego.

— ¡No, Lissana!, ¡No! ¡Te juro que ya no lo vuelvo a hacer! — decía con pánico en su voz al mismo tiempo que trataba de esquivar los ataques y patadas de la peliblanca.

— ¡Eso dijiste la vez pasada! — decía con cólera, mientras le atinaba una patada en todo su rostro dejando medio noqueado al chico.

— ¡Esta vez ya no desperté a Ame-chan!

— ¡Eso no importa! ¡Ya me cansaste a mi! — dijo mientras le daba el golpe final al pelirrosa.

El gremio solo miraba con gracia la escena que se presentaba ante ellos y alguno que otro solo negaba con la cabeza.

— Ya no se mueve... — decía el menor de los Conbolt, mientras picaba con una ramita al chico.

— Natsu-san — dijo la mujer de la lluvia mientras se ponía de cuclillas al lado del joven — Juvia ya tiene una respuesta que darle.

—¿Enserio? — preguntó ilusionado.

A lo que la joven solo mordió su labio inferior y asintió — Juvia decidió que está bien que Natsu-san le ayude a cuidar a Ame-kun.

La alegría en los ojos del chico no se hizo esperar y olvidando por un momento la paliza que recibió de compañera peliblanca, se paró rápidamente del suelo y abrazo a la maga que se encontraba a su lado.

— ¡Si! — el chico no solo abrazó a la chica, si no que también dio vueltas con ella en brazos haciendo que más de uno voltease a ver esa escena.

Tan pronto como los dos sintieron la mirada de todos encima de ellos, el chico detuvo las vueltas y la chica se separó de este. Ambos visiblemente sonrojados.

Trataron de ignorar eso y se pusieron uno en frente del otro, estrecharon sus manos mientras se miraban a los ojos. 

— Te prometo que yo te ayudaré, Juvia. — dijo el. — Juntos cuidaremos a Ame-kun, Natsu-san. — terminó de decir ella.








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Capítulo dedicado a: @EtheriasJuanDragneel

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