Prólogo

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Omnisciente

Un año atrás...

Sus zapatos pisaban cada vez más fuerte el pavimento de las calles a medida que aceleraba el paso. Ni siquiera había notado que ya estaba corriendo hasta que comenzó a sentir como su energía se agotaba.

Los había visto, estaban ahí de nuevo, estaban ahí por ella y no debía permitirse que lo intentaran de nuevo, sabía que no dejarían de hacerlo hasta que les diera lo que querían, pero nunca iba a pasar, y todos lo sabían, todos los que debían saberlo.

Estaba a nada de tener un ataque. Literalmente.

La chica volteaba a cada lado a medida que avanzaba y no podía creer lo bastante solitaria que se encontraba. Había logrado liberarse, o más bien escaparse de de los guardaespaldas que constantemente la acompañaban, ella sólo había querido un momento de paz después de aquellas semanas tan agotadoras, pero las cosas se salieron de control y ahora estaba pagando su escapada.

En la calle al parecer no había un alma, era un vecindario tranquilo pero no podía creer que justo en ese momento nadie se encontraba por ahí. No, hasta chocar con alguien.

Ambos cayeron al piso a causa del fuerte impacto y allí permanecieron para recuperar un poco la fuerza, el golpe no había sido nada cariñoso.

—Wow —dijo el chico con una risa ligera —Creo que nadie en ninguna de mis peleas me había dado un golpe tan fuerte como ese.

Ella levanta la vista y lo observa por primera vez. Bastante atractivo.

La chica sonrió amenamente ante el comentario. Tenía tiempo que no sonreía de esa forma en específico.

—Lo lamento —contestó aún sujetando su cabeza —No noté que estuvieras ahí.

—No te preocupes —dijo él levantándose y tendiéndole la mano —No es nada.

Ella la tomó y se puso de pie, limpió sus pantalones y regresó la mirada al mismo lugar por donde venía aún con la respiración entre cortada. No parecía que estuviesen cerca.

—¿Te encuentras bien? —preguntó atento a sus acciones.

—Sí, gracias —el chico le sonrió. Pero ella no debía darse por vencida ante el cansancio, debía seguir, no sabía en que momento podrían aparecer de nuevo.

—¿Te puedo ayudar en algo?

—No, gracias, estoy bien —dijo con las manos en sus rodillas y recobrando fuerzas, hizo una pausa —Pero ahora debo seguir, en verdad lo lamento.

—Descuida —dijo él sin sentirse conforme con sus respuestas.

La chica le dio una última sonrisa al chico siendo bien recibida y obteniendo una de vuelta. Dió vuelta sobre sus talones y continuo su camino.


°°°

Tomaba su nuevo horario entre sus manos y trataba de encontrar su edificio entre tanta gente y tantos otros edificios.

Al parecer su primer día en la universidad no comenzaba tan bien como lo esperaba.

Seguía mirando el horario y los distintos papeles que le habían dado, tal vez con suerte alguno sería un mapa. Caminaba sin rumbo hasta chocar con algo, esperando no ser un muro y no escuchar las respectivas burlas respecto a eso.

Pero no era un algo, era un alguien. Otra vez.

—¡Hey! Hola —escuchó una voz ligeramente familiar, era aquel chico de nuevo —Espero que no se nos haga costumbre sólo chocar siempre de esta forma.

SUVM (Sólo Una Vez Más) ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora