Ahora tenía todo lo que siempre había querido. Vivía en Londres, en una casa en medio de la ciudad, un trabajo como dependienta en una tienda de la zona. A mis 18 años, lo único que necesitaba y quería era alguien con quién pasear por la playa cogidos de la mano, alguien con quién compartir un batido y limpiarle la cara cuando se manche de nata, alguien con quién no te importe pasar horas y horas dando vueltas en el parque de atracciones.
Día 15 de septiembre. Hoy empiezo la universidad. Me levanté y ví que no me daba tiempo a hacerme un desayuno en condiciones, además no me apetecía llegar tarde el primer día de clase asi que fui a un Starbucks cercano y me compré un café. Al salir me choqué con alguien, el café no se me cayó porque Dios no quiso. En ese momento, la persona con la que me habia chocado me agarró de la cadera para que mi cuerpo no llegara a tocar el suelo. Cuando levanté la cabeza vi a un chico de unos 18 o 19 años, pelo moreno y rizado y ojos verdes, en los que me perdí completamente. Me sonrío y me preguntó si estaba bien.
-Soy Harold, ¿Eres de por aquí?
-Yo soy Mary, no, soy de Bradford.
-Yo tengo un amigo que es de allí, ¿a dónde vas?
-A la Universidad, tengo clase ahora.
-Yo también voy para allá, si quieres te llevo.
-Vale.
Harold me llevó a la Universidad y así fue como comencé a creer en el amor a primera vista.
"Mary en multimedia"
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WILD ONES.
Teen FictionY es que si todo es perfecto, ¿qué sentido tiene? Mary nunca había considerado ninguna de sus anteriores relaciones sentimentales perfectas, pero siempre había sentido que en su vida faltaba algo, "la guinda del pastel", como diría su abuela.&nb...