Elendil Arya, amiga de los elfos

LA DISOLUCION DE LA COMPAÑIA

Los cuatro compañeros se quedaron un rato en silencio siguiéndolo con los ojos. Hasta que Aragorn hablo: 

—Ahora Boromir ha tomado su camino y hemos de apresurarnos a elegir el nuestro.

—Si nos damos prisa, alcanzaremos a Frodo y a Sam al anochecer.— dijo Legolas llevando una barca hacia la orilla. 

Legolas se dio la vuelta, y vio como ninguno de sus compañeros se movía del sitio. Aragorn tenía la vista perdida, y pensaba en Boromir. Todos pensaban en Boromir, y en Gandalf, y en las vidas que esa misión se estaba cobrando; ¿Quién sería el próximo?

Legolas seguía allí de pie mirando a cada de sus compañeros.

— No piensan seguirles— afirmó el elfo.

— El destino de Frodo ya no está en nuestras manos.— dijo Arya.

Legolas y Gimli se acercaron a Arya con la vista en el suelo, y el entrecejo fruncido.

Aragorn por su parte examinó alrededor, de prisa pero con cuidado.

— Entonces todo ha sido en vano.— concluyó Gimli.— La Compañía ha fracasado.

Entonces Aragorn recobró la compostura y cogió a Gimli y a Legolas por el hombro.

— No si nos mantenemos unidos.— respondió con determinación.

Aquellas palabras, hicieron que sus compañeros sacaran una sonrisa y lo estimaran más de lo que lo habían estimado nunca.

— Así es no podemos abandonar a Merry y Pippin mientras nos queden fuerzas— dijo Arya

— Ciertamente no podemos dejarlos al tormento y a la muerte.— afirmó Aragorn.— ¡Vamos! Partiremos en seguida. ¡Dejad aquí todo lo que no nos sea indispensable! ¡Marcharemos sin detenernos de día y de noche!

— Bueno, ¡vayamos tras ellos!— dijo Gimli— . También los enanos son rápidos y no secansan antes que los orcos. Pero será una larga cacería: nos llevan mucha ventaja. 

 — Sí — dijo Aragorn— a todos nos hará falta la resistencia de los enanos. ¡Pero adelante!Con o sin esperanza, seguiremos las huellas del enemigo. ¡Y hay de ellos, si probamos que somos más rápidos! Haremos una cacería que será el asombro de las Tres Razas emparentadas: Elfos, Enanos y Hombres. ¡Adelante los Cuatro Cazadores! 

Y con esto, Aragorn se marchó corriendo bosque adentro, Arya lo siguió. Legolas y Gimli se quedaron parados unos segundos. Los dos se miraron sonrientes.

— ¡Sí!— exclamó Gimli de satisfacción.

Junto con Aragorn, los tres amigos se internaron bosque adentro para encontrar a sus dos pequeños compañeros. No sabían lo que aquel viaje les depararía, ni lo que les esperaba, pero lo que tenían claro, era que estaban juntos, y que por mucho que los orcos los intentaran aniquilar, estarían juntos hasta el final.

—Fin parte uno —