006.

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Jungkook literalmente entró a la casa tirando todo a su paso.

— ¡Oye! ¡Tranquilízate!— Le gritó Taehyung desde la mesa de billar que estaba situada al lado de la sala de estar. Liah estaba con él, y al notar que Jungkook tenía un arranque, la tomó del brazo, posicionándola tras de él.

— ¿Dónde carajo está Hoseok?

— No está. Salió hace unas horas.

El menor maldijo por lo bajo. Sus puños tan jodidamente apretados que los nudillos estaban blancos, nada que ver con su rostro, el cual estaba rojo del coraje. Sin dar explicación alguna, fue a su habitación, llenando el silencio de la casa con un fuerte portazo.

— Peleó con Leehi.— Aseguró Liah, separándose de Taehyung y yendo al sofá por su celular.

— ¿Qué haces?

— Le llamaré.— Dijo con tono obvio.— Kook claramente está furioso con Hobi, no queremos que pasé a mayores, ¿verdad?— Taehyung ladeó la cabeza, pensándolo, a veces el drama familiar era divertido, pero aún así, asintió.— Ella es la única que lo puede controlar.

***

— Qué aburridoooo— Chilló Jimin. Jin lo miró de reojo y sonrió.— Hyung, ¿esto haces siempre?

— Así es Jiminnie.

Recién salían de la estación de policía. Seokjin tenía que asegurarse de la paga de ese mes.

— Necesitas acción.— Espetó el pelinegro al subir a la F-150 de Jin.

— Es suficiente acción, aunque no lo creas.

— Lo es para ti.— Dijo acompañado de un bufido y rió por lo bajo.— Tengo semanas sin presionar un gatillo. Necesito algo de mi propia acción.

Seokjin ya se encontraba en las calles, dirigiéndose a casa. El camino fue más corto de lo normal, con Jimin contando aventuras el tiempo pasaba demasiado rápido, pronto se encontraban entrando a la casa. Taehyung y Liah estaban en la sala de estar, mientras Jungkook y Hoseok estaban en el comedor, discutiendo. Seokjin miró cansado a Jimin, quien se encontraba sonriendo entretenido en dirección a esos dos.

— Suficiente acción tengo en casa, Jimin.— Espetó y estaba a punto de meterse, cuando Liah lo detuvo.

— Ya lo intentamos. No lo hagas, Jin.

Se giró a verlos y estudiándolos a cada uno, Jungkook estaba rojísimo del coraje, Hoseok estaba gritando y con las manos empuñadas; supuso que Jungkook había empezado todo porque sino Hoseok estaría igual de colorado.

— ¡No debiste decirle mi mierda a Leehi!— Vociferó el menor.— ¡Ahora está furiosa conmigo!

Hoseok tiró de sus cabellos, harto de que Jungkook estuviera repitiendo lo mismo desde hace quince minutos.

— ¡Despierta de tu puto sueño, Jeon! No puedes dedicarte a esto y ocultárselo a tu novia. Ella sabrá a lo que te enfrentas día a día, sea como sea.

— ¡Ella sabe a qué me dedico, ¿de acuerdo?!— Jungkook se acercó amenazante.— ¿Pero qué te digo a ti?— Habló en voz baja.— Eres un jodido mujeriego que no pasa de un acostón.— Se alejó de nuevo, sin importarle que Hoseok estaba a punto de lanzarce sobre él.— El día que tengas a alguien a tu lado y de verdad te importe tanto como me importa Leehi, entonces gastaré saliva en ti.

— Que te jodan, mandilón.

Jungkook ignoró por completo el comentario de Hoseok, estaba listo para salir e ir a buscar a Leehi.

— Sólo te pido que dejes de contar mis asuntos. Leehi lo sabrá todo, pero será debido a mí.

Hoseok estaba tan enojado con él en ese momento porque prácticamente dio un paso dentro de la residencia y Jungkook lo empezó a atacar. No había sido su intención contarle a Leehi lo sucedido en el taller la semana pasada, él contaba con que Jungkook ya lo había hecho y jamás pensó que llegarían tener un pelea fuerte por eso. Se arrepentía, sin embargo estaba tan encabronado con Kook en ese momento que no se lo diría.

— Bien, basta los dos.— Seokjin habló, consiguiendo que todos lo mirasen.— Lo mejor es que se calmen y...

— ¿Y cómo quieres que me calme, hyung?— Jungkook lo interrumpió.— Leehi se fue y no se dónde carajo está.

— Aquí estoy.

La atención de todos se centró en la puerta principal por la que Leehi entraba. El alivio llegó como una fuerte ola para Jungkook. Ella está bien. Fue lo primero que pensó, su respiración volvió a la normalidad. No importaba que ella estuviera enojada con él, ella estaba devuelta y eso era lo que importaba. Kook miró la bolsa que cargaba Leehi, eran simples útiles escolares.

Dio un paso adelante, e hizo un ademán con la cabeza a Jungkook para que lo siguiera. Ambos entraron a su habitación.

— No fui a hacer una estupidez, Kook.— Lanzó la bolsa a la cama.— Fui a comprar lo que utilizaré la próxima semana, eso es todo.

Leehi y Liah volvían a la escuela en unos días, andaban un poco ocupadas con eso.

— Te fuiste justo después de que peleamos, jamás me pasó por la cabeza que irías a comprar tus materiales.— Y debido a que ella no dijo nada, Jungkook volvió a hablar.— Escucha, sé que estás enojada porque no te conté lo que pasó en el taller, pero es que...

— Jungkook, joder, no estoy enojada por eso.

El pelinegro frunció el entrecejo, ahora desconcertado.

— ¿Y entonces por qué carajo estás enojada?— Preguntó, claramente alterado.

— ¡He sacrificado mi vida por estar contigo! Cualquier día de estos pueden dañarme, a mí o a cualquiera de mi familia, y no me estoy haciendo la víctima, sé a lo que me enfrento desde que acepté ser tu novia. No tengo miedo, Jungkook. Pero creo que por lo menos deberías contarme incidentes como esos. Ese tipo pudo darte un tiro y yo no estaba enterada. ¿Qué sigue? Que lleguen y me digan que mi novio está muerto... No quiero eso.

Jungkook tiró de sus cabellos, frustrado. Podía entender a Leehi, ella tenía razón, en algunos puntos, en otros Jungkook los tenía a su parecer.

— Es que no entiendes.— Tomó una bocanada de aire.— No quiero llegar contándote lo que me hicieron o lo que hice porque no quiero jodidamente preocuparte o asustarte.

— ¡Jeon Jungkook, te conocí cuando apuñalaste al hombre que amenazaba a mi padre y mira dónde estoy ahora!

— Estás conmigo.— Dijo después de un rato.— Y de verdad no sé por qué lo estás, yo he arruinado tu vi...

— No lo digas. No lo has hecho. Lo único que te pido es sinceridad.

Jungkook se acercó a ella, tirando de su cuerpo y resguardándola en sus brazos.

— Yo de verdad lo siento, Leehi. Te contaré todo, pero por favor entiende que es difícil para mí contarte ese tipo de cosas.

Ella asintió, se paró de puntitas y le dio un corto beso.

— Lo entiendo, así que por favor entiende que yo ya estoy acostumbrada a esas cosas.

Bad Life ➳ BTS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora