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— ¿Cuántos bancos son?— Preguntó Yoongi, mirando a Namjoon desde el asiento pasajero.

— Tan sólo tres.

— Bien.

Irían a administrar sus cuentas bancarias, últimamente estaban revisando todo y asegurándolo mejor de como lo tenían. Habían pasado dos semanas desde el atentado contra Jimin y desde entonces la BGH52 no había aparecido. Lo cual tenía a Bangtan más alerta. Ellos podrían estar planeando un gran ataque. Y aunque Bangtan tenía planeado contraatacar, había un cierto punto en la batalla donde era mejor retirarse, y si se retiraban, lo harían con dinero y un futuro asegurado.

Los paseos al banco eran la tarea de Namjoon, sin embargo Yoongi había decidido acompañarlo esta vez.

— Este es el primero.— Namjoon bajó del auto, Yoongi siguiéndolo.— Aquí están las cuentas de la ganancia por el nitro, las carreras y la cuenta de ahorros para comprar juguetes.

Comprar juguetes era referencia al dinero que usaban para sobornar a gente, mandatarios, burócratas, la policía, etcétera.

Este banco era exclusivamente para las ganancias clandestinas.

La cuenta del nitro era la que más tenía dinero. Era un negocio donde se ganaban millones y millones. Y justo por eso es que la BGH52 estaba tras Bangtan. Con el paso de los años, Bangtan se habían encargado de ser los mejores vendedores de nitrógeno en la zona; pero hace poco Yoongi descubrió que la BGH52 había conseguido un proveedor de Japón con el mejor nitrógeno registrado, calidad y potencia asegurada. Él no iba a permitir que les robaran a los clientes, así que hizo varias llamadas y ofreció más dinero, que con el tiempo podría reducir la cifra, fue así como se ganó al proveedor de Japón.

Le había robado el negocio a otra familia.

Tal vez, si hubiera sido otra mercancía, BGH52 no se había tomado todo tan en serio y habrían hecho un pequeña venganza, sin embargo el nitro en este momento era la bomba de las familias. Había carreras todas las semanas, era caro, se acababa en una carrera y compraban más de un contenedor. Era un negocio millonario. Yoongi entendía por qué estaban tan enojados.

Pero ya era demasiado tarde, él simplemente no podía ir y pedir perdón.

— Todo parece ir bien aquí.— Comentó Namjoon cuando salieron del banco.

— Me sorprende que las carreras estén generando tanto.— Yoongi leía el papel donde estaba el total de todo.— Tenemos que seguir así.

— No, Taehyung y Jimin tienen que seguir así.

Subieron al 350Z y Namjoon emprendió marcha al segundo banco. Era verdad, Jimin y Taehyung los últimos meses habían tenido muy buenas rachas, mientras que de Hoseok y Jungkook podían asegurar sus victorias en cada carrera, Jimin y Taehyung no te daban esa confianza, ellos se dedicaban sólo a jugar, incluso dentro de la pista, pero, después de un platica muy seria, se dispusieron a jugar, pero también ganar. Y esas derrotas que solían tener, desaparecieron de su historial.

— Me sorprende que el que más tenga dinero en su cuenta sea Seokjin.— Yoongi soltó una áspera risa, recién salían del segundo destino.

En ese banco, cada quién tenía su cuenta bancaria, las ganancias de las carreras, el club, el taller, los prestamos, etcétera. En pocas palabras, sus sueldos y cuentas de ahorros. Namjoon era el encargado de supervisar y tenerlas en control, así mismo, a los chicos, ya que algunos, como Taehyung, podían gastar todo su dinero de un sentón. Eran las ganancias de cada uno, ya sea con negocios de la familia o individuales.

Bad Life ➳ BTS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora