No te alejes de mí

Capítulo 19

Aquella carta que ahora estaba en manos de Chad, había sido escrita justo el mismo día en que nos habíamos iniciado como novios. Se podrán imaginar lo ridícula y sentimental que pudo haber sido cada palabra, pero no me arrepiento, soy ese chico cada segundo de la relación. 

No recuerdo cada palabra exacta escrita sobre aquel papel blanco, pero lo que no ha dejado de taladrar mi mente son unas palabras que eran atestiguaban  mi amor hacia Chad "Recuerda que jamás te fui infiel, recuerda que nuestro amor estará por encima de muchas cosas".

***

El día estaba terminando, el tiempo por obvias razones no dejaba de avanzar. Me tiré sobre la cama y dejé mi teléfono móvil a un lado de mi cabecera. Ya el desespero me estaba matando, no sabía si debía terminar con la relación en mi cabeza o dejar mi orgullo y llamar a Chad para terminarlo por llamada. Que de mi parte me parecía una inmadurez hacerlo, creo que si se tiene los pantalones para iniciar una relación en persona, se deben tener el mismo valor para terminar la relación, frente a frente.

Tomo el teléfono de donde estaba, y enseguida entra un mensaje a mi WhatsApp. En la parte superior de la pantalla apareció Mi amor, ya no estaba registrado con su nombre, ahora era mi amor. "Te puedo llamar" . Contesté a su mensaje y unos segundos después deslicé mi dedo por la pantalla, respondiendo a su llamada. 

Esa llamada había sido la más larga en la que había durado. Y claro, no hubo ni un segundo de silencio, todo estaba saliendo a como verdaderamente lo estábamos sintiendo, cada palabra era dicha con sinceridad. 

    —¿Entonces quieres terminar?  — Quería dejarme la responsabilidad a mí, una responsabilidad que le correspondía solo a él. Solo él debía reconocer lo que había hecho mal.

   — Tú debes saberlo, tú fuiste el del error.

  — Perdóname. No quería hacerlo. Yo sabía que ese chico era tu amigo. 

   — Si lo sabías, por qué negarme. Pudiste haberte ganado la galaxia entera conmigo, haber quedado como el príncipe azul frente a todas mis amigas. Pude ser la envidia de todos, pero decidiste tirarlo a la basura. 

Chad había reconocido su amor hacia mí y aunque yo no lo quería aceptar y cerrar nuevamente mi corazón, habíamos decidido seguir con la relación. Pero esta vez, ya no era la misma magia que habíamos conseguido desde un comienzo. Mi corazón estaba dolido, por haber negado nuestra relación, por haber negado su amor hacia mí en su momento.   

Su voz era como una dulce tiniebla, oscura y llena de misterio; transparente y sincera. Yo mismo me estaba tirando al vacío, a un vacío que no tendría un final. 

Su amor era un enigma, no sabía podía reconocer con claridad sus sentimientos. Me podía sentir el mejor hombre del mundo a su lado, pero al mismo tiempo me estancaba miles de dudas con sus miradas, con sus caricias, con sus besos.