Capítulo 5

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Hablé con Airton por unos minutos más, solo que él no me dijo nada más acerca de ese lago que tanto me intrigaba. Solo conversamos sobre algunas trivialidades, y luego me fui, prometiéndole asistir a ese pub al que iban ellos.

Me resultaba extraño que nadie se preguntara qué ocurrió realmente con ese lago, a nadie le daban dudas de qué pasaba. Ni siquiera se acercaban. Y la historia de Airton de que estaba encantado me parecía una pamplina, quizás ellos se la creían, pero yo no.

Y ya que estaba ahí en ese pueblito, aburriéndome como un hongo, me propuse averiguar lo que realmente pasaba, solo por curiosidad, para matar el tiempo.

Se me ocurría que quizás, el dueño de esa fábrica encontró algo muy valioso en esa zona y quería apoderarse de eso, por eso creó toda esa historia, para callar a la gente y alejarla, mientras el se llenaba los bolsillos con los recursos del lago. Quien sabe, por ahí hasta podría haber oro, o algún diamante.

Bueno, puede que vea demasiadas películas de misterios, pero mi teoría tiene más sentido que las absurdas historias que se cree la gente de aquí. Y solo hay una forma de averiguar si mi hipótesis es correcta: volver al lugar de los hechos e investigar.

Por lo tanto decido retomar mi camino hacia el lago. Ya me lo aprendí de memoria, y eso que solo fui una vez. No está tan alejado, y eso me intriga más aun, que nadie visite el lugar a pesar de estar tan cerca. De verdad la gente de acá cree cualquier cosa. Y además son muy miedosos.

Llego pronto al alambrado y lo sorteo sin problemas. Pronto el sonido del murmullo de las aguas inunda mis oídos, y no puedo evitar esa sensación de paz que me infunde. Todo parece mas verde que antes, o quizás solo sea impresión mia. Pronto llego a la orilla del lago y lo observo embelesada como las otras veces. El alambre que rodea el perímetro del agua esta ahí, pero no es impedimento para que me acerque y toque el agua. Es helada, sumamente refrescante, como todos los arroyos. Mientras la toco con mi mano veo en el fondo las monedas, y me doy cuenta que me había olvidado de ese detalle. ¿Por qué será que hay monedas en el fondo del lago? Entonces acerco mi mano para tomar la moneda, pero noto algo muy extraño, está pegada, como fundida con el suelo. Realmente mi gran imaginación alimentada por películas de misterios no tiene ni una teoría sobre esto, es muy extraño, pienso mientras frunzo mi ceño. Despego mi vista de ahí y me levanto, comienzo a alejarme para llegar a la pequeña cascada. Cuando me acerco lo suficiente noto que, oculto entre la vegetación, hay un cartel de madera.

Con mis manos voy corriendo las ramas que lo cubren y al final logro leer:

"Arroyo Yrasema: murmullo de las aguas.

Místico, antiguo, ningún hombre que se considere 'civilizado' podrá jamás comprenderlo. Su suave sonido te cautivará.

Yrasema es capaz de cumplir cualquier deseo si le ofreces una moneda. Pero deberás ser capaz de afrontar las consecuencias de tus anhelos.

Si tu deseo es egoísta, el reflejo de las aguas te mostrará lo que puede pasar. Y si deseas continuar, no creas que puedes escapar.

Yrasema te tragará. "

Mi cara debe ser un poema, no comprendo nada y todas las teorías que tenia ya no cobran sentido con este cartel.

Entonces desvío mi vista hacia la cascada y veo que detrás de ella, en la roca hay escrito con letras grandes: "por siempre protegida por su guardián".

"¿Qué?", pienso, cómo puede hablar de un guardián si aquí no hay nadie. Intento buscar una explicación razonable, porque yo no creo en estas tonterías. Entonces pienso, seguro este hombre codicioso puso todos estos carteles para que, si alguien se atrevía a entrar, se espantase y se fuera. Porque este lugar no puede ser místico.

En ese momento siento una leve brisa, pero es una brisa extraña, que no mece a los arboles ni provoca siquiera un leve movimiento en las aguas, solo lo siento en mi piel, y me da escalofríos. Pero me siento extraña yo también, otra vez presiento que me observan. Sin embargo no puedo seguir atando cabos, mis pensamientos se ven interrumpidos por una profunda voz masculina, que de normal no tiene nada.

-Tu sabes que Yrasema es mágica, ya no intentes darle una explicación.

Me volteo rápidamente, mis ojos no se abren más porque es imposible. Un joven está flotando sobre el agua, en el medio del lago a solo unos 5 metros de mi, es trigueño, grande y con musculos marcados. Sus ojos marrones son muy intensos e hipnotizantes, parecen penetrar en mi alma. Entonces mientras me mira fijamente vuelve a hablar, y lo que me dice me hiela la sangre.

.Si Ainara, soy el guardián.

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En el proximo capitulo sabrán el nombre de este nuevo personaje.

El reflejo de mi deseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora