Capítulo 6.
Cuando llegamos a su departamento, se puso un poco rígido y me dijo:
-Todo está bien nena?
-Claro, lo cierto es que debí despertarte para que tú me llevaras…-Hubo un momento de silencio, donde los dos nos estábamos mirando.
-Nena…no sé qué hubiera hecho si no hubiera leído la nota a tiempo- Me tomo en sus brazos y me dio un fuerte beso en la frente.
-Lo que importa es que llegaste…
Me tomo por las caderas y me atrajo hacia él.
-Te amo…-Me miro a los ojos y con sus pulgares me seco las lágrimas que se estaban acumulando debajo de mis ojos-No llores…Las lágrimas son solo gotas…gotas saladas, de alegría o de tristeza…de miedo o de felicidad…pero solo son eso…lagrimas…-Me abrazo, y por algún razón las lágrimas no paraban de salir, mis sollozos y nuestras respiraciones agitadas era lo único que se escuchaba.
-Si son solo lagrimas…porque no puedo hacer que se detengan?
-…Porque en este momento eres la persona más feliz del mundo-Con un sonrisa en la cara, lo bese…pero no fue un beso cualquiera, fue un beso de esos que nunca se olvidan, tal vez no el primero que le daba, pero si el más intenso y provocador que le había dado nunca, el me atrajo cada vez más a él, hasta que el espacio que quedaba entre nosotros se tornó desesperante, lo quería más cerca, tan cerca que lo único que nos separara fuera carne, le quiete la playera y él sonrió, me atajo a la cama con un movimiento suave, mis manos exploraban cada centímetro de su abdomen, sentí como me ruborizaba cuando el tomo los tirantes de mi playera y la saco por arriba de mi cabeza, me di cuenta que nuestros besos se volvían cada vez más intensos, tan intensos que apenas podíamos respirar…Tan intensos que me hacía desearlo…Con un movimiento torpe lo aleje de mí y el enrojeció.
-Lo siento no era mi intensión…
-No es culpa tuya, me deje llevar- Me levante y salí de la cama, mire el reloj que tenía en mi muñeca y no eran más de las 8:00pm, me pase mi playera por mi cabeza y le dije-Necesito salir, no he visto a mi madre, estará preocupada…
-No te vayas! Lo siento, no sabes cuánto lo siento- El también salió de la cama y callo de rodillas a mis pies sollozando-Por favor no te vayas…por favor…-No paraba de repetir esas palabras, sentí una punzada de dolor y también caí de rodillas enfrente de él, lo abrase y le dije en el oído:
-No me iré…solo quiero ver a mi madre Nico…
-No mientas…sé que te iras como mi madre! Nunca regresaras…-Recordé como su madre lo había abandonado cuando era un niño, ella le había dicho que regresaría más tarde y nunca regreso, desde entonces el vivió con su padre, era un niño que sufría maltrato, él se enseñó a defender y huyó de su padre…y desde ese momento no compartía lazos con ninguno de sus padres.
-Puedes venir conmigo si quieres- Le dije.
-De verdad?- Asentí