Eighth sense: Past and reasons pt1

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Pero, no fue eso lo que le dejó cómo un idiota. Fue el ver sin mayor aviso en su móvil a Jimin bailando. Moviéndose con una gracia que era completamente responsabilidad de las grandes deidades del mundo.

Sus caderas se movían de un lado a otro completamente metido en la coreografía que le habían puesto para la clase de improvisación. Su cuerpo sabía exactamente cómo hacer que cada movimiento fuera completamente hipnotizante mientras su torso realizaba algunas acciones independientes; hombros, brazos ondeantes, piernas abriéndose y cerrándose en el piso al mismo tiempo que alzaba las caderas en el piso.

Si, sin duda alguna empezaba a tener un pequeño problema mental al imaginarse al menor debajo del cuerpo propio mientras paseaba las manos por la piel de Jimin... le maldijo mentalmente y se fue alejando de aquel lugar sospechoso mientras simplemente guardaba el aparato en su bolsillo. El verle bailar había hecho que olvidara por completo todo lo de la plática que el menor había sostenido en la grabación del vídeo.

Caminó por las calles en busca de algún sitio que, al menos, tuviera más de diez personas dentro y donde vendieran diferentes cosas para las personas jóvenes. Terminando por entrar a una tienda de conveniencia que, al fondo tenía un pequeño mercado de diferentes accesorios y afiches accesibles para todo tipo de monedero. Decidió entrar a aquel lugar para perder un poco el tiempo del día, tomando asiento en uno de los asientos que estaban disponibles dentro del centro para cualquier persona que deseara pasar un buen rato a solas.

Tomó su celular y perezosamente empezó a revisar la letra de las canciones que ya empezaba a tener preparadas. Conectando el auricular al móvil propio al mismo tiempo que se mordía el labio inferior para intentar dejar de pensar en cada pequeña parte de Jimin, en cada acción que realizaba este y... se vio obligado a voltear a mirar hacía otro lado, teniendo la desgracia de que en el canal estuviesen pasando una entrevista de ellos. –donde Jimin se veía absolutamente perfecto. – Haciendo que los dedos de Yoon Gi se movieran ansiosamente sobre la mesa de cristal del establecimiento al mismo tiempo que escuchaba las palabras de Jimin en aquel momento.

Entonces... ¿Cuál es su tipo ideal de chica? —Preguntó el simpático hombre de mediana edad que estaba dirigiendo aquel programa enfocado al público puberto del país asiático. Generando alboroto entre las fans que se hallaban fuera del estudio de grabación.

Era el turno de Jimin y estaba bastante nervioso. Volteando a mirar a Yoon Gi de una forma que, a Taehyung le sacaba una sonrisa ligeramente burlona cada que miraba a Jimin, alzando una ceja de aquella forma tan característica del mediano de la línea de los menores.

Me gustaría, una chica de piel blanca, cuya mente sea difícil de descifrar y que tenga más de una forma de ser. —Contestó con una sonrisa inocente y delicada antes de mirar con cierta impaciencia a Yoon Gi, mordiéndose el labio inferior al voltear a esconder el rostro en el cuello de Taehyung antes de que cortaran el programa para poder poner anuncios.

Yoon Gi soltó una risa para si mismo mientras negaba divertido por la respuesta tan inocente de Jimin, recordando que era una persona bastante infantil e inocente en comparación con otros chicos de su edad. Recordando que eso era lo que tanto le gustaba del menor, la capacidad de ser inocente pese a lo sucio que era el mundo en la actualidad.

Un suspiro salió de sus labios al sentir el teléfono móvil vibrar en el bolsillo de su pantalón, no era más que un mensaje. Pero al ver el remitente casi pega un brinco que le podría haber mandado al techo.

Jiminnie *3*

Hyung, tienes que venir.

Compramos pizza y nos dieron una semana libre ¡Ven!

Rió para si mismo al ver que el menor había cambiado el nombre con el que le tenía guardado en el móvil durante la noche, honestamente; había pensado que no le dirigiría la palabra ni siquiera por mensaje de texto.

Estaban más que distanciados desde hacía un mes, desde el incidente de la muñeca de Jimin que tanto había preocupado a Yoon Gi y que... también le había roto el corazón gracias a la repentina confesión –Que Yoon Gi mal interpretó al no terminar de escuchar lo que decía el menor entre su sueño-

De ser unos amigos muy cercanos ahora apenas y se veían o pasaban tiempo, ya no le ayudaba con los deberes de la escuela básicos y mucho menos; platicaban de cosas personales. Pues Yoon Gi sentía que ya sobraba en la nueva vida de Minnie.

Más no tenía contemplada la sorpresa que tendría al llegar al dormitorio en aquella noche. Mucho menos la forma en la que sucedería todo lo que se acontecería después.

Yoon Gi caminaba sin rumbo alguno al mismo tiempo que miraba de vez en cuando a su alrededor, observando de reojo las acciones que las personas que caminaban a su lado realizaban. Nunca había sido del tipo de solo caminar por caminar o cerrarse a su propio mundo; al contrario. Y ese, probablemente era uno de sus calvarios; observar el comportamiento de las personas.

Y sin embargo no dejaba de rondar por su mente una sola cosa; Jimin. ¿Qué había querido decir en aquel vídeo con que su persona más valiosa era él? ¿Por qué un desconocido le llevaría ese vídeo y justo en ese momento? Pero sobre todo... ¿Por qué había decidido comprar una cadena especial para el menor? ¿En que momento se había detenido en una joyería a ver la variedad de alhajas y decidió comprar una cadena de oro con una Y mayúscula? ¿Realmente se estaba volviendo loco? Quizá si se dejaba de preguntar tantas cosas todas las respuestas podrían llegar.

Caminó dos, tres, cuatro, y quizá cinco calles más hasta dar con un pequeño lugar de color vino y con sólo un par de ventanas. ¿Qué estaba haciendo ahí? Un golpe más se dio mentalmente cuando le abrieron la puerta de dicho establecimiento, hacía mucho que no iba y realmente, no era una buena idea el regresar en un momento en el que sólo pensaba en Jimin.

Dio el primer paso en el establecimiento; había ido ahí cuando era menor e iba a la escuela intermedia. No conocía mucho de esos temas en aquel momento y ahora que lo pensaba mejor, no sabía por qué había empezado a ir en el pasado cuando era tan inexperto.

Pestañeó continuamente y tras inhalar profundamente al pasar saliva. Decidió abrir los labios para pronunciar las palabras que tanto había temido pronunciar en todo el tiempo que había pasado.

—¿Se encuentra ladoctora Kim? —Cuestionó en voz alta mientras miraba a la chica que se encargaba de la recepción. 

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