Fourth sense

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Todo lo que había pasado en esos minutos previos había dejado a Yoon Gi con un terrible episodio de confusión gracias a las acciones Jimin. Caminaba de una forma casi en trance por el pasillo de la compañía a medida que buscaba con la mirada el servicio médico del lugar. Estaba realmente preocupado por el de menor edad ya que el incidente le había tomado por completa sorpresa al mismo tiempo que, le tenía con una tremenda incertidumbre respecto a la razón de la naturaleza de este.

Paró en seco delante de la puerta de la enfermería al mismo tiempo que tocaba esta en espera de no estar interrumpiendo cualquiera que fuera la situación que estuvieran realizando los médicos y enfermeras al de menor estatura del grupo. Tomó un fuerte suspiro entre sus fosas nasales al hallarse entrando a aquel pequeño cuarto en el que guardaban todo tipo de material médico para cualquier tipo de accidente que pudiera pasar en el entrenamiento en el que todo grupo estaba obligado a participar. Asomó la cabeza un poco más conforme iba entrando al sitio y buscaba con la mirada a  su pequeño compañero de grupo al mismo tiempo que tanteaba el bolso de su pantalón para poder hallar una paleta de caramelo macizo que tenía guardada en caso de un antojo dulce; sabía que a Jimin le encantaban este tipo de dulces y por lo tanto, podría calmar un poco su llanto.

YoonGi POV

Caminé dentro de la cortina de tela con la que estaba dividida la sala en una pequeña zona de atención médica, con camilla integrada en caso de una situación grave. Miré en este al chico de estatura pequeña que se hallaba tomando con fuerza un lado de la sábana para poder soportar las atenciones que el médico le brindaba en busca de acomodar un poco la muñeca.

El médico tomó una jeringa y un pequeño frasco, de lo que, a mi parecer; era anestesia local. Lentamente y con mucho cuidado inyectó esta en el brazo del menor al mismo tiempo que este, se iba calmando y me miraba de una forma que era indescifrable a medida que el líquido iba cobrando mayor reacción en el delgado cuerpo del contrario. El médico tomó la pequeña mano de Jimin, para después, sin mediar palabra alguna, re acomodó la muñeca de este a modo de poder mantener una posición que fuera cómoda y que, al mismo tiempo, le permitiera poder tener una buena movilidad.

—El caso del joven Park, no es tan grave. Sólo es un esguince de segundo grado — Confirmó el profesional al mismo tiempo que se alistaba para poder vendar la mano de Jimin, provocando que un ligero chillido saliera de los labios carnosos del menor.

—¿Qué tipo de cuidado deberá tener, doctor? — Pregunté mientras me acercaba al lado de Jimin para poder palmear ligeramente su espalda en busca de darle consuelo al menor.

—Deberá bajar el nivel de su baile, así cómo también, poder dejar de hacer acrobacias por lo menos por 15 días, aunque sería perfecto que esté todo un mes con la mano inmóvil. De no haber llamado a su manager, estaría mucho peor su condición — Reafirmó sus palabras mientras me miraba alternadamente a mi y a Jimin de forma severa. Sabía perfectamente que debía de haber estado cuidándole pues, últimamente Jimin había querido subir un poco la intensidad de su rutina de ejercicios.

Voltee a mirar al menor mientras observaba cómo se recostaba sobre mi hombro cómo si yo fuera un tipo de oso de felpa en el que encontrara resguardo y protección. Cuidadosamente rodee su cintura con mi brazo de forma natural; creando un semi abrazo con el menor. Había ocultado el rostro en mi pecho antes de aferrarse a mi torso con la mano libre para empezar a sollozar nuevamente contra la piel de mi cuello con mayor intensidad conforme nos manteníamos en un silencio cómodo.

Tenerlo a mi lado me hacía sentir hasta cierto punto mucho más tranquilo, e increíblemente; despierto. Saber que estaba a mi lado pese a mis muchos lados negativos era, quizás, una de las razones por las que más me atraía Park Jimin y, sin duda alguna. La razón por la que era mucho más especial en comparación con los demás chicos del grupo.

Jimin era Jimin y nunca nadie podría compararse con su personalidad o la forma en la que nos hablábamos. Simplemente era la combinación perfecta entre juegos y amistad que en general, me gustaba concretar con las personas que conocía. Aunque más que ser un lujo, era una excepción a mi vida. Y sin embargo, ahí nos hallábamos los dos, uno abrazado al otro mientras la noche transcurría a excepción del momento en que tuvo que recostarse y yo me quedé sentado mirándole. Observando cada pequeño detalle de su rostro mientras mis dedos se paseaban de forma perezosa por las suaves hebras de cabello ajenas. Todo estaba siendo más que perfecto hasta que pronunció unas palabras que me dejaron completamente helado e hicieron, que mi corazón se partiera en más de mil pedazos... sólo fueron cuestión de minutos para que esas palabras entraran en lo más profundo de mi ser conforme la noche pasaba.

"Yoon Gi hyung, estoy enamorado del chico más increíble del mundo" fue todo lo que bastó para que me quedara quieto en donde estaba y simplemente me retirara de la enfermería. Por unas horas, no querría saber que la persona que más adoraba en este planeta y que me había hecho cambiar, tenía a alguien en su mente y su corazón.

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