34. "Te veo necesitado"

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Aviso: Si estás en la edad en la que crees que las películas de Disney/Pixar no molan, que los unicornios no existen y que a los bebés los traen las cigüeñas, no leas este capítulo. Porque las pelis de Disney molan, porque mi unicornio estará encantado de llevarte la contraria cualquier día y porque a los niños no los trae la cigüeña. Pero eso no me corresponde a mí decírtelo. Así que date unos años y sáltate este capítulo. Solo necesitas saber que todos se divirtieron mucho.

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SHANNON’S POV

Llegué al club tarde. Sabía que llegaba tarde, pero no había podido evitarlo. Todo había sido culpa de ese maldito taxi que había decidido tomar la ruta corta para llegar antes, la misma ruta corta que estaba atestada de tráfico en las horas puntas. Rezaba porque llegara mi cumpleaños y me pudiera sacar el carnet de una vez.

Me eché un vistazo antes de entrar: el vestido era bastante corto, pero los colores chillones acentuaban mi figura y al combinarlo con los tacones negros, lograba una imagen de la que me había enamorado ya en la tienda. http://www.polyvore.com/see_life_in_colours/set?id=102714033 Era perfecto para mi objetivo de esa noche. Harry se iba a caer de culo.

Entré en el pub. Habíamos quedado con Niall y una tal Deborah Martin, al parecer modelo, para tomar algo. Por lo que me habían contado brevemente, el irlandés y ella eran amigos y se gustaban pero, por culpa de los calendarios de ambos, no querían arriesgarse a una relación.

En el interior del pub el ambiente era recargado y el sonido de las conversaciones fluido. Miré a mi alrededor, buscándolos con la mirada. Al escuchar una risa característica, supe que los había encontrado. Niall reía a carcajadas con una chica al lado, que también reía. Sonreí inmediatamente; el irlandés tenía una risa que se contagiaba aun sin saber de qué se reía. Harry estaba sentado enfrente, en un sillón, mirándolos divertido.

-Hola a todos. Perdón por el retraso, el taxi creía que podía ir por el camino turístico. – Refunfuñé. Me acerqué a Harry y le di un beso rápido en la mejilla. Ignoré su mirada, que escaneaba mi cuerpo con un gesto de aprobación. Luego me giré a la chica que se sentaba al lado del rubio. - Tú debes de ser Deborah. - Dije sonriendo.

-Casi, pero no. - Dijo riendo. - Me llamo Barbara. Barbara Palvin.

-Tengo un pequeño problema para recordar los nombres de la gente. – Confesé, mientras los otros dos imbéciles intentaban reprimir la risa al escuchar mi error. Desde que habían asumido mi pequeño problema, les encantaba contribuir a confundirme más. – Encantada. Yo soy Shannon. - Nos dimos la mano brevemente y luego me giré para ver donde me sentaba. Harry me sonrió y se dio unas palmaditas en la pierna, para que me sentase ahí.

-Se han llevado tu sillón hace un rato al ver que estaba vacío. - Explicó señalando una mesa de detrás.

-¿Y tú no has hecho nada para evitarlo?

-La verdad es que no se me ha ocurrido que no tendrías asiento.

Me lo quedé mirando unos segundos y, al ver que no tenía más alternativas, me encogí de hombros y me senté en su regazo. Harry me envolvió la cintura con un brazo, acomodándose a mi alrededor.

Me pedí un Cosmopolitan, lo mismo que Barbara, y empezamos a hablar. Me cayó bien. No era el prototipo de modelo que todo el mundo tiene en mente, el de las modelos de plástico sin cerebro, era divertida y se veía bien con Niall.

Mientras me inclinaba a volver a coger mi bebida y notar a Harry moverse, se me ocurrió una venganza por lo del sitio. Sin dejar de estar atenta a la conversación, empecé a cambiar de postura cada pocos minutos, inquieta sobre el regazo de Harry. A la tercera o cuarta vez, noté como Harry iba hundiendo los dedos en mi cintura mientras que Harry junior empezaba a despertar.

Bite MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora