Era lunes Tatsuya continuaba con resaca, el malestar no era exagerado, pero si le producía tanta incomodidad para no dejarlo trabajar en completa calma. La fiesta del sábado había agotado su energía, por sobre todo consiguió dejarlo sin ánimo de muchas cosas.
No recordaba con exactitud lo que pasó y la explicación que Yo-ka le diera el día anterior no terminaba de cuadrar con sus pocos recuerdos. Según la versión de su primo, había sido éste quien lo recogiera de casa de Sugizo cuando el mayor salió a recibir una visita importante. No podía permitir que te acostarás con él en ese estado, le había dicho.
Había sido Yo-ka quien lo llevó al departamento que compartían, el mismo que le cumpliera el capricho de ocupar una habitación que no le correspondía y también el que le hiciera revelar la verdad de su pasado con Kei.
El recuerdo del maravilloso sueño con su ex pareja quedó opacado ante el reclamo que Yo-ka le hiciese aquel domingo, recordarlo hacía que le doliera aún más la cabeza. No tenía la menor idea de que el otro estuviera interesado en Kei, se sintió de verdad culpable al saber que en sueños había hablado de la relación que tuvo con aquel.
Yo-ka se sentió decepcionado por su falta de confianza para contarle sobre su relación, pero le mostró su apoyo incondicional. Al menos le aliviaba que su primo no le haría más caso al rubio.
Después de eso, era Kei en lo único que podía pensar; en su voz y esa hermosa sonrisa que le había regalado en sueños. Comparar aquella imagen con la del casanova del comedor a medio día le resultaba decepcionante, agobiante.
Llevaba horas revisando el mismo documento sin poder entender los errores que le habían señalado, no era urgente, nada de lo que tenía sobre su escritorio lo era, esa eran una las ventajas de saber organizar su tiempo y la entrega de pendientes. Organizó su lugar de trabajo para luego dar aviso de que se retiraba temprano a casa, nadie le puso objeción alguna. Aquel día no había tenido el "gusto" de encontrarse con su jefe y lo agradecía, no estaba en condiciones para afrontar lo que no paso entre ellos.
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—¡Es una lástima! Creí que podía tener una oportunidad con él.
—¿Tú? Pero si sólo le van los hombres, boba.
—¿Y? estoy segura que habría podido conquistarlo.
Le resultó inevitable no escuchar la conversación entre las dos jóvenes secretarias que bajaban con él en el elevador, parecían apenadas porque uno de los empleados se había emparejado recientemente con alguien. Estaba asqueado de la manera en que ellas pensaban sobre las relaciones entre dos hombres y los clichés que flotaban alrededor de todo eso. Agradeció a todos los dioses cuando llegaron a la planta baja, pero lo que vio al salir no le agrado nada, menos después del comentario de la empleada mayor de las que bajaron con él.
—¿Ves? Son una pareja preciosa, Kei-san parece de verdad enamorado de Yuuki. Escuché que llevan saliendo en secreto meses, que podría ser la razón por la que Sugizo rompió con Yuuki.
En la puerta principal del edifico se podía ver a Kei conversando animadamente, no, cariñosamente con un sujeto muy bajo de estatura, demasiado afeminado de cabello rosa. Tatsuya se quedó de piedra a un lado del ascensor, una de las chicas se acercó a él y le preguntó si se encontraba bien ¿cuánto tiempo había estado paralizado? Sabía que el suficiente para ver como el rubio entraba tomado del brazo con el otro sujeto al pequeño espacio que él había abandonado.
Kei no le dirigió ni una sola vez la mirada, en cambio su acompañante le dedicó una cálida y amistosa sonrisa que le hizo hervir la sangre. Dibujó una fingida sonrisa en sus labios para la joven preocupó por él, se disculpó por causarle molestias y entonces se fue del edificio; ahora más que nunca necesitaba estar solo.
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Cristal
FanfictionTatsuya ha sufrido un sin fin de decepciones amorosas, pero fue la última la que mayor daño le causó. Harto de llorar y lamentarse de su situación se propuso olvidar todo y hacer como si nunca le hubieran herido para poder seguir con su vida. Aquell...