Diosa del mar.

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Su cuerpo podía flotar en el agua, brillaba como purpurina en el mar, las olas la arrastraban, la espuma la adoraba como a una diosa griega.

Anfítrite se deslizaba cerca de los humanos, nadie la veía, podían olerla, escucharla, sentir la presencia de algo inmenso como el océano, tan profundo y hermoso por igual.

El camino era extenso y todavía se encontraba en la entrada de la ciudad, el sol había comenzado a esconderse detrás de las casas y lo habitantes se resguardaron del viento, dejándola sola y desnuda, a la deriva.

Tuvo miedo, dudó. Estaba cansada después de haber nadado kilómetros, sus brazos le dolían casi tanto como su alma, pero aún así se abrazó a sí misma.

Un fuego incandescente ardía en su corazón, la ayudaba a caminar y a que sus pies no se sintieran tan fríos. El murmullo de sus pasos y el sonido de su respiración le indicaban que estaba viva y se sintió orgullosa de no haberse rendido aún.

La voz de un extraño llegó hasta sus oídos e hizo que quisiera quedarse aquí para siempre, en este planeta destruido y contaminado por el odio y el dolor que no nos abandona. Más ella es luz en la oscuridad y se enciende bajo la lluvia.

Porque es mágica la manera en que se mueve y renacen las flores a su paso. Las lágrimas saladas siguen cayendo y la empapan, le duele mucho continuar, pero no abandona pues sabe que existe una razón para permanecer y es ella misma.

La golpearon más veces de las que puede recordar, pero las cicatrices siguen allí y vuelven a abrirse de vez en cuando. Sin embargo, ella sigue moviendo un pie tras otro, no desiste porque el dolor es seductor y maestro.

Si quisiera podría inundarlo todo, pero es mucho más que eso, porque ella comprende cosas que los demás no entendemos y que, a pesar de que nos esforcemos, nunca lograremos entender.

Ella es magia y paz, es dolor y sufrimiento, es belleza y mar, es amigos y amor. Y tiene un poder en la palma de su mano, lo sabe, pero no puede verlo. Debe confiar en que todo saldrá bien porque es simplemente ella. Inmensa, profunda y perfecta a mis ojos. 

Un poco de mí.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora