CAPÍTULO 5 : Un llanto silencioso

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El piso alrededor de Harmoní empezó a calentarse mientras esta reía entre murmullos malhumorados.

Mo claramente estaba acorralado, había quebrado a la niña y posiblemente esta lo mataría.

"Cuando un Fongigas llega a la edad de la adolescencia – dijo una vez Dracohl a Mo - su temperamento cambia y sus vivencias pueden ser marcadas como el detonante de su nueva personalidad, pero también existen varios tipos de despertar, algunos que se llevan su tiempo y otros que son por detonación, este último grupo es peligroso y crea a bestias llenas de ira. Por lo que Mo, ten cuidado al momento de que veas en persona a Harmoní. Como su guardián eres capaz de sentir este cambio antes que la misma persona. Intenta protegerle y que no termine perdiendo la conciencia de si misma y olvidar quien era en un pasado."

En esos momentos una fuerte aura asesina rodeaba a Harmoní, al igual que una nube de humo rojo que lentamente tomo la forma de su cuerpo añadiéndole un par de orejas puntiagudas sobre la cabeza y una cola similar a la de algún gran felino. El cuerpo de Harmoní empieza a tomar un tono oscuro, creando grandes marcas oscuras como el carbón en lo que respecta a sus hombros, pecho y parte del cuello que se extendían por el resto de su cuerpo; parte de sus dientes toman la forma de colmillos y sus ojos, antes azules como un lago, se tornaron violetas y rasgados como los de una fiera en busca de su presa.

Mo quedo paralizado.

Era cinco veces más pequeño que la Harmoní normal que media aproximadamente metro y medio y ahora no era comparable a la Harmoní que creció treinta centímetros envuelta por una estela de furia. "

"¿Qué hago?", pensó Mo corriendo a refugiarse debajo de una silla, "¿qué hago?, ¿qué hago?", cierra los ojos temeroso, "A este paso alertara a todos de esto y la utilizaran como un objeto si no logra tranquilizarse."

-"Cof, cof..."

"¿Llanto?", pregunta Mo meneando las orejas, "¿De dónde viene?, abre sus ojos nuevamente en busca del origen del llanto. Entonces se encuentra con una visión extraordinaria: se encontraba en el interior de una cueva de rubí que brillaba por el calor de la lava que se escurría por las grietas talladas atraves del cuarzo. "cof, cof... ", otra vez el sonido del llanto rezonaba en los oídos de Mo, alertando al felino. Este se levanta y empieza a correr sobre el suelo de carbón, ensuciando sus blancas patas, buscando el origen del sonido basado en la fuerza de las ondas.

-¡Harmoní! - grita Mo intentando encontrar a la niña. Sabía que se encontraba dentro de la conciencia de la fon y era su deber encontrarla antes de que se derrumbara por completo.

El suelo cruje y Mo es lanzado hacia atrás. Bajo sus pies era puro magma y si caía ahí no podría salir, así que usa sus habilidades felinas para saltas sobre las rocas que se derrumbaban una en una hasta llegar a una cámara de turmalina. Voltea a sus espaldas y observa que la ultima pieza de carbón se india en el rio de magma.

Camina por la cámara y encuentra a Harmoní llorando en un rincón.

- ¿Sabes que es malo rechazar no? – le dice Mo por detrás a Harmoní -. ¿Más allá es un caos sabias?

- Solo deja que perezca. No me interesa. – le responde ella.

- Olvidar el dolor es bueno para alguien como tú, pero no dejes que todo se derrumbe por un simple capricho- continúa diciendo Mo mientras se postra frente a la pelirroja-. Dejaras de ser tú.

- Dime ¿qué tiene de bueno ser yo? Solo ciento dolor.

- Eso es porque olvidaste como sentir y estas confundida, pero solo tenis que recordar lo bueno. Cuando estabas herida ¿recuerdas lo que te decían?

- Levántate o quédate a morir.

- No me refería a eso – Mo se arrastra al regazo de Harmoní y con las almohadillas de las patas sobre las frías manos de ella le dice:- Olvida el dolor y protege el vigor. Solo tenías tres años cuando te lo dijo tu madre y estaba fuera de contexto, pero era algo importante. Confía en tu fuerza y anteponte a los problemas Harmoní. De otra manera morirás.

Harmoní sonríe y le acaricia entre las orejas.

- Eres realmente lindo. - dice ella antes de quedar dormida junto a mo en aquella cámara.


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