Nuestra historia comienza con el matrimonio de Luna Catarian y Mateos Cum, dos jóvenes Fongigas pertenecientes a las tribus celesti, domadores del agua la mayor fuente de energía que existe (Luna), y sangre carmesí, señores del fuego y la guerra (Mateos).
Luna podía ser descrita, como los demás de su tribu, como una mujer de carácter firme y corazón generoso así que al escuchar las leyes de los sangre carmesí no dudo en rechazar ese destino al que estaban condenados sus hijos mellizos Estraick y Harmoní. Así que una noche decidió escapar con su familia a las tierras de los funfirtib, una aldea edificada entre montañas por maestros tierra, y criar a sus hijos en aquel reino fuera e la jurisdicción de los carmesí, plan que, a duras penas, recibió la aprobación de Mateos.
Todo iba de acuerdo al plan: salieron bajo las protección de las noche sin despertar sospechas, pero saliendo de entre ese gran laberinto de casas, en los límites de la aldea, se encontraron con una figura encapuchada.
- ¿Corrum?- pregunta Mateos con la corazonada de que aquella entidad podría ser un amigo.
El hombre responde descubriéndose la cabeza. Era un chico de piel ligeramente bronceada, cabello rubio y ojos rasgados color verde esmeralda.
- Como gentri, nadie mejor que tu debe conocer la ley Mateos.- declaro - No acabes con tu futuro y retractate de esta estúpida idea. Como tu amigo no quise creerte y lo deje pasar con la pensando que no era cierto y bromeabas con el asunto solo para molestar. - muestra un gesto de fastidio - Creí en ello hasta que te vi a ti y tu estirpe abandonando su nido.- señala a Estraick y Harmoní que duermen agarrados de las espaldas de sus padres - Aquellos niños desde el momento de su nacimiento ya le pertenecían a los altos y no tiene caso el resistirse.
- Estos son mis hijos Corrum y no se los pienso entregar a ellos. Así que por favor permitenos pasar.- le suplico Mateos
El joven rubio sonríe con lastima.
-Es triste que pienses así - Corrum rebusca entre sus prendas y saca de entre ellas una daga con líneas rojizas como enredaderas sobre el pateado del metal. Gira la empuñadura entre sus dedos , creando una estela rojiza alrededor de su mano y, sosteniéndola con ambas manos, la empuña como si se tratara de una espada y prosigue diciendo:- Pero es algo que no puedo permitir sin importar cuanto me lo pidas Mateos. Esperó que algún día me perdones.
Cinco hombres igual de encapuchados salen de entre las sombras.
Mateos contiene la respiración por unos momentos. Conocía aquellos rostros, se trataba de los "subordinados" , las manos derechas de los altos mandos y encargados de ejecutar a los traidores y su sola presencia significaba que eran su objetivo.
Luna lo mira preocupada.
- Mateos- le llama ella pero no obtiene respuesta.
"Tenemos que irnos"- pensó ella. Cierra los ojos un momento y se concentra en una imagen mental de una ráfaga de luz blanca que revoloteaba sin control como tornado. El frío se empezaba a apoderar de su espalda mientras que todo su calor corporal se acumulaba en su garganta y los problemas frente suyo se comenzaban a esconder tras la oscuridad. Pero no se podía dar el lujo de perderse en sus pensamientos por mucho tiempo. Abre los ojos nuevamente y susurra lo siguiente:-Rem - entonces con un estrepitoso sonido el aire alrededor de Luna se condensó a gran velocidad en conjunto con las gotas de agua en la atmósfera formando una densa neblina. Luego de que el suelo fuera completamente oculto, grita:- ¡FALCA!- ocurre otro crujido en la atmósfera y una guadaña surge del suelo entre ellos y sus enemigos. - Rem-ope.- con estas palabras la neblina que cortaba el camino encierra al grupo encapuchado. Toma la mano de su esposo y lo jala- vámonos.
Mateos tardo unos segundos en reaccionar y seguirla.
Corrieron velozmente por unos cien metros hasta que la magia que Luna uso se disipo, liberando a sus presas. La persecución por el desierto había comenzado.
- ¿Padre?- preguntó Harmoní somnolienta a las espaldas de Mateos - ¿Por que corres?
-Vuelve dormir Harmoní- le ordeno Mateos quién aun corría. Entonces un escalofrío recorrió su espalda. Voltea con nerviosismo y observa por sobre el hombro de su hija que algo se acercaba a gran velocidad en dirección a ellos - ¡Harmoní!- grita al momento que giraba el ligero cuerpo de su hija hacia su pecho antes de ser alcanzado por aquel proyectil. El aire fue expulsado de manera violenta de sus pulmones, forzando los músculos de sus manos ante un espasmo a soltar a Harmoní .
La pequeña callo en la arena de manera agresiva, creándole algunas raspaduras en la piel, cuando un fuerte sonido surgía del pecho de su padre
Al pasar unos pocos segundos Mateos cae, hundiéndose en la arena, y Harmoní, incapaz de llamar a la razón, corrió hacia donde yacía si padre moribundo y empujándole de un costado le dio vuelta a su cuerpo.
Al verlos Luna se detiene.
-Mateos - dice estupefacta al ver la escena y regresa.
Mateos abre nos ojos.
- Vallanse - dice adolerido, sabia que el daño era muy grande como para sanarlo y sus persecutores no estaban muy lejos- llevatelos Luna . No seré capaz de seguir por mucho.
Luna enjuga una lágrima y toma a Harmoní para llevársela, pero ella no se mueve.
- Harmoní tenemos que irnos -exclamo Luna, volviendo a jalar a su hija del brazo. Después de intentarlo por mas de un minuto se rindió - perdonadme - dice ella mientras se empieza a alejar con Estraick, quien aún dormía, colgado de sus cuello.- Harmoní moriré. Mejor corre.- le dice el a su hija
-no te voi a abandonar padre, no me dejes por favor - le suplico con lágrimas en los ojos.
El sonrió y con una mano temblorosa le limpia una lágrima de la mejilla.
- Eres una idiota Harmoní, pero no llores. Pronto no podrás verme de nuevo.- le dice el con coz entrecortada- Hubiera sido mejor si te ibas con tu madre, pero eres muy terca y te quedaste. Lo último que quería era que te quedarás aquí, pero ahora quiero que resistas, ya que por culpa de las sangre que recorre tus venas sufrirás en esta aldea maldita y llena de odio. Ugh.- tose sangre y, al mismo tiempo que su piel empezaba a empalidecer, una serie de líneas verdes escalaban por su cuello y escurrían por los costados de su rostro, guiadas por el contorno de la clavícula, hasta que llegaron a sus ojos amarillentos al punto de la cristalización por culpa de las lágrimas - No me arrepiento de mi elecciones. Encuentra por ti misma el mejor futuro posible para ti mi pequeña niña y vive por los dos.- los ojos de Mateos se vuelven grises mientras se cerraban y consecuentemente deja de respirar mostrando un rostro sin expresión. Su mano empieza a deslizarse por el rostro de Harmoní y cae al suelo dándole a su pequeña hija la señal de que había muerto.
- Padre ...- dice ella rompiéndose en llanto.
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CALIAN
FantasiHarmoni aun es una niña, pero ha visto cosas que no cualquiera soportaría. Tras el incidente que la separo de sus padres y la condeno a una vida de entrenamiento en el sagrado arte de la guerra, conoce a Mo, un pequeño felino perteneciente a la raz...