Capítulo 1.

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-Baja cariño-dijo su madre desde la cocina.

-Voy- gritó la niña en su habitación.

Era bastante oscura, a pesar de que las paredes eran blancas. Una de ellas estaba cubierta de dibujos e historias que le contaba su padre. En el otro lado de la habitación había un escritorio donde dibujaba cuando se sentía sola que, desde la pérdida de su padre, era bastante tiempo.

-Asley, sal un rato a la calle, hace varios dias que estas en casa-dijo su madre amablemente.

Ella que no quería discutir, aceptó.
Su madre, Anna, llevaba enferma dos años y pasaban mucho tiempo juntas.

Asley salió a la calle. Vivía en las afueras de Brooklyn, Nueva York. Hacía frio y quedaba apenas un mes para navidad, no había nadie en la calle, solo algún gato y pajaros.
Llegó a la esquina de la calle donde había un parque y se sentó en el columpio. Cuando llevaba allí un rato se acerco un niño.

-¿Puedo sentarme?-preguntó señalando el otro columpio.

-Claro-le contestó sin mucho ánimo.

El niño era mas o menos de su edad y, salvo por los ojos y el pelo, se parecían bastante.
Se quedó mirandola con sus grandes ojos negros y preguntó:

-No te había visto nunca por aquí, ¿eres nueva?

Asley asintió.

-Dudo que me conozcas, estudio en casa y salgo poco-dijo el niño.

-Me mudé aquí hace unos dos años y no he conseguido hacer "amigos"- miró para el suelo-. No se me da muy bien.

-Pues si quieres ya tienes uno- dijo sonriendo-. Vivo en esa calle, acércate algun dia a comer, si quieres.

-Muchas gracias-le contesto un poco tímida.-Por cierto me llamo Asley.

-Yo soy Tom Dear, encantado.

Estuvieron bastante tiempo en el parque, que a Asley se le pasó muy rápido. Hacía tiempo que no hablaba con nadie de su edad.

-Está oscureciendo- dijo Tom-creo que deberiamos volver.

-Si, vamos.

Caminaron juntos hasta casa de la chica y allí se despidieron.

-¿Nos vemos mañana?-preguntó Asley.

-Claro-le respondió sonriendo.

Tras esto cada uno entró a su casa.

El dia siguiente no hicieron nada especial, volvieron a quedar y dieron una vuelta por el barrio. Tom había ido a comer a casa de Asley aprovechando que su hermana se había ido y no volvia hasta por la noche. Luego fueron al parque y se despidieron.
La niña subió corriendo las escaleras de su casa con su rojo pelo hondeandole detrás.
Entró rápido al salón, esperando encontrar allí a su madre como todos los días. Pero en su lugar había tres personas sentadas al lado de la mesa pequeña del salón. Enseguida reconoció a su tía Mary, y no fue precisamente conianza lo que le inspiraba, aun así se acercó.

-¡Oh! Asley, cielo, has vuelto- dijo levantándose.

-¿Donde está mamá?

-Estas personas son del hospital y...

-¿¡Donde está!?- gritó.

-Tu madre está muy enferma, han tenido que llevarla...

-¡Quiero verla!-gritó -A ti nunca te ha importado mi madre y tampoco lo hace ahora.

-Asley tranquila- esta vez habló la chica que estaba sentada- mañana podrás verla, pero ahora es tarde, tienes que descansar.

Asley subió corriendo a su habitación, no quería que la vieran llorar. Allí estaba su hermana Lily, sentada en la cama y también había llorado, se notaba en sus ojos ahora rojos.

-Asley, mamá...-dijo cuando la vio entrar.

-Lo se Lily- fue junto a su hermana y la abrazó.

-¿Puedo dormir contigo esta noche?

-Por supuesto- le respondió más tranquila.

Su hermana solo tenía 12 años, dos menos que ella, y a pesar de su corta edad ambas hermanas eran bastante maduras ya que, con sólo 5 y 3 años respectivamente, si padre había muerto en un accidente de coche. Tan solo un año después de eso, su madre calló enferma, en parte por la depresión tras la muerte de su marido Oliver Wint.
Su tía no le caía bien a ninguna de las dos. Cuando Oliver y Anna se casaron, su tía no puso más que pegas. Durante toda su vida había intentado separados, le decía que era un vago y que nunca haría nada en su vida...y murió.

En Busca De ShimeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora