En Busca De Shime

Capítulo 2.

Aquel dia, Mary que nunca había estado muy unida a su hermana, decidió irse a vivir con ella. Como es lógico Anna se negó. Mary también tenía en sus planes llevar a Asley a un internado pata educarla mejor, ya que nunca había ido a la escuela, y pretendía hacer lo mismo con Lily cuando esta fuera mayor.

Esa noche las niñas durmieron juntas y, aunque estaba triste, Asley no sentía tanta pesadez como cuando llegó a casa. Al día siguiente se despertaron pronto, para no tener que estar con su tía, y fueron a casa de Tom.

-¡Tom!¡Tom!-gritó Asley.

Cuando se acercaron a la puerta un perro grande y negro fue corriendo hacia ellas.

-Hola bonito.¿Donde está tu dueño?

-Hola Asley- Tom acababa de da salir de su casa- Este es Marte, mi perro.

-¿Que tal? Esta es mi hermana Lily.

-Encantado- le saludó él alegre.

-¿Podemos ir al parque? Necesito contarte algo.

-Ehh...claro- dudó Tom.

Al llegar al parque se sentaron en un banco y Asley le contó lo de su madre.

-Entonces...¿Nos acomoda acompañarás al hospital?

-Mi madre se va a casa de mi tía así que vale, iré.

Jugaron en el parque hasta que llegó su tía.

-Os estaba buscando, tenemos que irnos- dijo su tía.

-Tía Mary este es Tom, viene con nosotras.

-Está bien, pero daros prisa.

Ya en el hospital estuvieron bastante tiempo en la sala de espera hasta que los dejaron pasar. Cuando entraron en la habitación vieron a Anna en una camilla con un montón de cables enchufados a su alrededor. Al ver entrar a los tres niños empezó a sonreir, cosa que no había hecho desde que estaba allí.

-¡Mamá!- dijeron las hermanas a la vez.

Se acercaron a abrazarla y Tom las siguió.
Aunque hacía a penas una semana de que se conocieron, Anna quería mucho a Tom en parte porque era de los pocos amigos que su hija a tenido.

Me alegro de veros- le dijo a los niños.

Los que estaban en la sala se fueron y les dejaron solos para que pudieran hablar.

-Asley, Lily- les dijo- os quiero mucho, ya lo sabeis. Y tú Tom, cuidalas por favor.

Él asintió, aunque no dijera nada se veía la tristeza que sentía reflejada en sus ojos, uno de ellos oculto tras el pelo. Comprendía muy bien la situación y a las niñas pues años atras el pasó por lo mismo con su padre.
Anna miró por última vez a sus hijas y sus ojos quedaron sin expresión. Los niños, llorando, se abrazaron y un momento despues su tía se los llevó. Esa noche durmieron en casa de Tom, ya que su tía no podía cuidarlas. Asley se despertó en mitad de la noche y sintió el mismo alivio que la noche anterior asi que volvió a dormir, aunque algo extrañada.

La casa de los Dear se parecía bastante a la de Asley, aunque mas grande, tambien era pequeña, oscura y fría. Las hermanas dormían en la habitación de Tom, y éste con su madre en la habitacion de al lado.
El timbre sonó, despertando así a Asley. Eran entorno a las 10:30 de la mañana, asi que decidió levantarse. Mientras bajaba las escaleras oyó a dos mujeres discutiendo en la cocina. Tom y Lily estaban sentados en el salón intentando escuchar la conversación.

-¡No puedes hacer eso!¡Es solo una niña!- gritó la madre de Tom.
-¡Y tu no te la puedes quedar, no es tu hija!

Enseguida reconoció la voz de su tía y ahora mismo es con quien menos le apetecía estar.

-Oh- se sorprendió Mary al salir de la cocina- ya estáis despiertos.

-Asley, ahora que tienes edad tu tia quiere mandarte a un internado, ya que, segun dice ella, no tiene tiempo para cuidarte.

-¡Pero no quiero!- le gritó a su tía- Siempre he estudiado en casa y no voy a cambiar eso ahora.

-Yo por mi parte- continuó la señora Dear- estoy de acuerdo contigo y Tom me ha hablado muy bien de ti, asi que si quereis quedaros con nosotras estariamos encantados.

-Muchas gracias señora Dear- dijo Asley asintiendo y mucho más contenta que antes.