MARKED. Adaptación. Larry Stylinson

Capítulo Diecinueve

Harry se despertó seguro de que todavía estaba soñando. Tenía que estarlo. No había manera de que algo tan asombroso pudiera ser real.

Louis rodó sus caderas, deslizando su pene sobre su reciente erección, y Harry estaba un poco más convencido. Los sueños eran geniales, pero ninguna fantasía en la vida se había sentido tan bien.

Louis estaba a horcajadas, desnudo y glorioso, el pelo todavía despeinado por sus dedos la noche anterior. En la primera luz de la mañana, él parecía brillar. Tal vez no era que estuviera durmiendo. Tal vez estaba muerto, y él era el ángel que lo llevaría al cielo.

O tal vez era un diablo travieso que venía a arrastrarlo al infierno, pensó cuando él rodó sus caderas de nuevo sobre él. Sensaciones como esas no podrían ser clasificadas como algo más que un pecado.

—¿Ya estás despierto? —preguntó Louis, su sonrisa suave y para nada malvada como debería haber sido.

—¿Importa? —Sus caderas empujaron hacia arriba, en busca de ese dulce deslizamiento. Quería estar dentro de él—. Pareces estar haciéndolo bien por tu cuenta.

—Sí, pero con la participación del público es mucho mejor. —Louis tomó su mano y lo guio hacia su pecho.

Harry reprimió un gemido.

—Me encanta un hombre que sabe lo que quiere.

Minutos después, estaban pegajosos de nuevo. Él estaba tumbado sobre su estómago, y Louis estaba recostado encima de él. El cuerpo de Louis estaba caliente. No solo fácil-a-la-vista caliente, pero caliente. Sin embargo, no quería dejarlo ir. Aún no. Estaba disfrutando demasiado de la sensación de sus dedos sobre su piel desnuda.

En su bruma post-coital, le tomó unos minutos para averiguar lo que Louis estaba haciendo. Estaba trazando el tatuaje de Tanya, el pequeño en su espalda baja. Volvió la cabeza para mirarlo.

—¿Te molesta?

Sus ojos eran cautelosos cuando se encontraron con los suyos, pero no molestos.

—Eso sería una tontería. ¿Por qué iba a estar molesto por algo que sucedió cuando tenía... qué? ¿Siete?

Harry rodó sobre su espalda. Lo tomó de la mano y lo guio a sus brazos.

—No tiene que tener sentido para que te moleste.

Louis empezó a subir la vid en su pecho con las puntas de los dedos.

—Nunca entendí por qué la evidencia de relaciones pasadas molesta a algunas personas. Te amo por lo que eres; todo lo que eres. Tanya siempre será parte de ti. No puedo decir que te amo si quiero fingir que tu pasado no ocurrió. —Hizo una mueca—. En realidad me estaba preguntando qué tan apropiado es un dragón como un talismán para Tanya. Ella me va a quemar vivo, ¿no es así? Joder, necesito un nuevo trabajo.

—Lo siento —dijo Harry, besando su sien—. He complicado tu vida.

—Bueno, sí, pero eso aplica para ambos. —Suspiró, acercándose más a él—. Pensé en renunciar. Casi parece justo. Sé que ella no quiere verme. Pero no soy financieramente independiente. He buscado trabajo, pero fue un poco difícil, sabes, con toda esa cosa de estar en Israel.

Él chasqueó la lengua.

—Y podrías haber empezado a buscar anoche, pero te distraje —dijo fingiendo tristeza.

Louis le sonrió y le golpeó el pecho ligeramente.

—Eres una distracción, ¿verdad? —Se inclinó sobre él, provocando sus labios con los propios y alcanzando entre sus piernas para acariciar su pene—. O tal vez es mi pequeño amigo aquí.