MARKED. Adaptación. Larry Stylinson

Capítulo Veinte

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— ¿Estás seguro de que no quieres que vaya contigo?

—Esa no es una buena idea. —Louis se enderezó después de atar sus zapatos y le sonrió a Harry. Se veía tan pensativo, que tuvo que reír—. Yo soy el que se supone que está nervioso, ¿recuerdas?

Enroscó sus brazos alrededor de su cintura, tirando de Louis cerca de él, y lo besó suavemente.

—Odio las cosas que te dijo, Louis. No quiero que tengas que oír cosas como esas de nuevo.

—Incluso si me encuentro con ella, no va a hacer una escena en el trabajo.

Harry resopló.

—Supongo que su fiabilidad en esa categoría funciona a nuestro favor en este caso. —Él suspiró, alisándole el pelo hacia atrás—. No entiendo por qué se está desquitando contigo. Esto no se trata de ti.

—Sí, lo es —dijo Louis con tristeza. Lo besó en la barbilla—. No te preocupes. No le tengo miedo. No es tan inmadura como para tratar de hacerme daño. Ya me despidió, y al final del día, tengo la oportunidad de volver a casa a ti. De nosotros dos, yo soy el que sale ganando, incluso si estoy desempleado un tiempo. —Él lo miró y Harry sonrió—. Todo va a estar bien.

Él le devolvió la sonrisa y se inclinó y lo besó en serio. Louis se relajó contra él, disfrutando de sus dulces y suaves besos durante unos minutos más antes de que tuviera que salir.

~0~

Era extraño estar atravesando la puerta de la revista de nuevo. Louis le había dicho una pequeña mentira blanca a Harry. Estaba nervioso, pero no por encontrarse con Tanya. Ya había pasado por eso, su propio corazón roto por su parte en herir a la mujer. La pérdida de una mentora y amiga. Su enojo por la forma en que Tanya trató a Harry y las cosas que le había dicho a Louis. La exasperación. ¿No podían actuar todos como adultos?

No, por lo que Louis estaba más nervioso era por lo que todos los demás iban a pensar. Mientras que Louis había trabajado con mucha gente en muchos departamentos de la revista, el hecho de que había trabajado tan estrechamente con Tanya significaba que no era parte de los chismes de la oficina. Ellos habían tratado de reclutarlo muchas veces. ¿Quién más podría tener mejor chisme sobre la jefa? Pero Louis se les había escapado cada vez.

Quería pensar que, si no fuera por otra cosa, la vergüenza había detenido a Tanya de decirle a nadie en el trabajo lo que había sucedido, exactamente a dónde Louis se había ido. Pero tenía que haberle dicho a alguien algo sobre por qué Louis se había encontrado de repente desempleado.

Era cierto que su editor, Eleazar, había estado tratando de comunicarse con él la noche anterior, pero no lo había hecho sonar como si fuera un gran problema en sus llamadas telefónicas de seguimiento. Había pasado casi una semana desde que Tanya había llegado disparada al apartamento de Harry. El editor había conseguido hablar con Louis más tarde ese día para repasar el enfoque que quería dar al mismo, así como algunas preguntas de seguimiento para un segmento secundario.

Ahora todo lo que Louis tenía que hacer era firmar los papeles necesarios y recoger su cheque final.

Entró en la revista con la cabeza en alto, tratando de no parecer tan paranoico como se sentía. Pero al cabo de unos minutos, estaba claro que nadie estaba mirándolo. Llegó a la oficina del editor sin drama.