Europa no Baai

Los conflictos

Marukawa Shoten...

Once meses antes de la apertura de la Sección de Cómic Romántico de la editorial europea...

Departamento Esmeralda, especializado en la edición de mangas Shōjo...

Editores a punto de morir...

- Gah... - no hubiera sido extraño oír algún aparato receptor de signos vitales lanzar el pitito nefasto que indicaba la muerte. Era obvio que en ese departamento de Marukawa la vida era tan efímera como la de los mismos mangas: duraba sólo veinte días, aunque tenía la facultad de resucitarse a sí misma. Todo un prodigio médico - Ah... Ricchan... ¿podrías traerme una taza con café bien cargado...? - Kisa casi había perdido la voz. Y, entre nosotros, olía horrible...

- Por supuesto... de paso traeré uno para mí. Pero primero iré a los servicios... ya vuelvo - parecía que la promesa de Onodera era una falacia, pero al moribundo Kisa no le interesó. Estaba muy ocupado en su propia reconstrucción.

Caminó hacia los baños, casi viendo doble. Y debido al desmayo que sufrió apenas cerró el cubículo, no pudo ver que del que se situaba a su mano derecha salía un ojeroso, desgastado, flaco y avejentado Takano-san, quien tambaleándose logró alcanzar el pasillo.

- Hey, patán - la vocecilla chillona lo despertó de golpe. Esa mujer lograba ponerle los pelos de punta.

- An-chan... ¿a qué debo el - había estado a punto de decir una grosería, pero a Dios gracias se percató de sus tres acompañantes. Un niño que no debía llegar a los veinte, una de las editoras del Departamento de Literatura... Y - Usami-sensei, es un honor para mí - casi se tiró al piso. No podía negar que desde su etapa estudiantil había admirado al escritor de ojos violetas. Se puso realmente nervioso, y avergonzado por el estado tan lamentable que le estaba mostrando. Al menos él sí olía bien...

- Takano-san, Jefe del Departamento Esmeralda, especializado en Manga Shōjo - Aikawa sonrió con respeto.

- El honor es mío - Usami se inclinó respetuosamente, aunque en su interior se burlaba del trabajo del joven de cabellos negros. Libros de dibujitos para niñas... ¿será gay? (Miren quién se pone a criticar...).

- Y este es Takahashi Misaki-kun... Protegido de Usagi-san - se saludaron. Takano no pudo evitar notar que el color de los ojos del niño era muy parecido al de Ritsu.

- Un gusto, sensei...

- Por favor, llámeme Takano-san, no estoy al nivel de Usami-sensei...

- De... de acuerdo, Takano-san... Yo soy Misaki, a secas - los cinco sonrieron.

- ¿A qué debemos el honor?

- A que estábamos cerca y yo le comenté a Usagi-san que conozco a Ricchan. Soy amiga de infancia de Aikawa, aunque obviamente ella sea mucho mayor - la aludida rezongó - ¿Crees que puedas permitir que se encuentren por un momentito? Fue su primer editor.

- No tengo inconveniente, el problema es que en este momento... pues - Aikawa y él intercambiaron miradas. Y se entendieron a la perfección.

- ¿Cercanos a la muerte...? - asintieron ante el frío comentario de Usagi - Ni lo mencione, tanto Misaki como yo conocemos los síntomas... No me afecta estar cerca de los despojos de su departamento...

- Quizás pueda preparar un poco de sopa para todos y para Aikawa-san, Takano-san. Eso siempre los reanima- no cabía duda. Era muy parecido a Ritsu, aunque no lo suficiente para reemplazarlo.