No existe algo más placentero que escucharte, Yann Tiersen.
Te escucho, como escucho a muchos para volver a sentir; porque sé que necesito resucitar sentimientos... y explotar la agonía de un desamor, regresar a la época de drama sincero... ahí en donde gritaba aunque no tuviera objeto, aunque fuera un sinsentido. Estaba, observando la luz sobre la carretera y las sombras que se forman. Suspirando ante el olor de la tierra, el calor sincero del sol sobre mi cara.
Quiero escribir sobre personas, describir la ilusión de una sonrisa hermosa y de unos ojos; universos de cualquier color. Escribir sobre tristezas y nostalgia estética, porque recuerdo que me hundía sobre aquellos versos, con el corazón ardiendo en el pecho, la respiración agitada, la alegría del próximo final.
¡Ahora aterrizo en el desierto, pero no viene nadie!
¡Ahora tengo lo que quiero y estoy sola!
Soy vacío, soy silencio,
soy la habitación gris.