Capitulo 13

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Emma

Me despierto y tengo un pie con uñas rojas en mi cara y gruño.

–Morgan. –me quejo.

Ella gruñe y cambia de posición tomando todo el espacio de la cama. Me caigo en cuestión de segundos  y se escucha un estruendo en el piso y la sonora risa de Harry por toda la habitación.

–¿Solo te despiertas temprano cuando te conviene, no? –le pregunto sarcástica.

–Me distrajó el sonido de tu trasero cayendo al piso. –dice el sonriendo.

Salgo de la habitación adormilada y amenazo a Harry con la mirada para que no me encuentre a estos dos en una escena cuando vuelva.

Al ir a la cocina encuentro una nota en el refrigerador.

"Buenos días, Ashton y yo salimos de nuevo a disfrutar antes de que volvamos a trabajar. Les dejo Brochetas de Pollo Teriyaki en la alacena. Besos -Beth"

«Yo compré esas malditas brochetas»

Estos dos pasan más en la calle que en su casa de regalo de bodas.

–¡EMMA! –oigo gritar a Harry.

«Volvió mi desgracia»

Subo con cara de asco y me planto en el marco de la puerta a esperar que hable.

–Tendré que comprar una campana para no tener que gritar. –menciona.

–¿Campana? –pregunto.

–Si. De esas que las personas suenan para que las sirvientas vengan inmediatamente. –me explica.

«Es broma»

–No soy tu sirvienta.

–Si. Como quieras. Trame tu libro de cocina. Quiero desayunar. –me ordena.

–¿Y las brochetas? –pregunto agotada.

–Esa es mi cena.

–Quiero ahorcarte. –le confieso.

–Recuerda antes de irte decir: Como me ordenes, Señor Styles.

Me limito a suspirar y a observar como Morgan duerme plácidamente en MI CAMA.

–Harry, Déjala. Ya tiene mucho con ver tu cara todos los días. –dice Morgan acostada boca abajo.

Sonrío y salgo de la habitación por mi libro de cocina, lo recojo del comedor y lo llevo a la habitación.

–Guárdalo tu, parezco mas cocinera que niñera de todas formas. –digo en un bufido.

El asiente y empieza a pasar las paginas del libro de cocina lentamente. Respiro hondo e intento pensar que el libro estará bien y no lo romperá. Llevo teniéndolo desde niña cuando quería ser chef. Solía cocinar con mi padre en las mañanas y sorprender a mamá con el desayuno.

Recuerdos de mi padre vienen a mi mente y suspiro

«Como lo extraño»

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