Emma
–¿Que chingados hablas? –le responde Harry.
Ella se ríe con una fuerte carcajada y lo mira de nuevo.
–¿En serio no te acuerdas de mi? –le pregunta ella sonriendo.
–No. Y tampoco recuerdo haber cogido contigo. –le dice el.
–Porque no lo hiciste. –dice ella apunto de reírse.
Harry me mira confundido y yo la miro a ella.
–Te inseminaron con el esperma de Harry? –pregunto yo.
Ella se ríe con una carcajada tan fuerte que se escucha por todo el supermercado.
–No es tu bebe. Estoy embarazada pero de mi futuro esposo. Solo quería ver la cara tuya y de tu novia con la broma. –le dice ella a Harry.
–No somos.. –decimos Harry y yo al unísono.
–Como sea. Solo quería hacerlo porque tu y yo fuimos amigos en el jardín de niños. –le dice a Harry.
–Ah si? –pregunta el arqueando una ceja.
–Bueno amigos no. Solo se que me gustabas pero tu siempre andabas con un niño rubio que a final de curso se fue.
–Niall? –le pregunto yo a Harry.
El asiente
–Te reconocí apenas entraste y le pediste a tu chica unas brochetas de pollo. –se ríe ella.
–No es mi chica. –dice Harry molesto.
–Les molestaría tener esta conversación en otra parte? Todas las cajas para cobrar nos están mirando. –les digo frunciendo los labios.
–No. Ya nos vamos. –me dice Harry jalando mi brazo.
–Eh. No. Hare más compras. Aprovecharé que estas con tu chica del jardín de niños. –le digo sonriente.
Harry me fulmina con la mirada y yo me retiro y vuelvo a los pasillos del
supermercado. Me acerco al area de cosas congeladas y tomo unos helados pero alguien abre la puerta de al lado y me impide agarrarlos.
–Oh. Disculpa. –me dice el chico antes de darse la vuelta.
–Liam? –digo contenta.
–Emma! –dice feliz. –Ya no volviste a ordenar pizza. –dice divertido.
–Quisiera poder. –digo sonriendo. –Pero mi vida a sido un caos últimamente.
–Enserio? –pregunta el.
–Pues si. Básicamente Harry. El chico que conociste aquel día, tuvo un accidente y ahora soy su "niñera" y quería comer brochetas de pollo y heme aquí. –explico de manera divertida.
–Vaya que horrible, cómo esta el? –dice curioso.
–Tan bien que insistió venir al supermercado por unas brochetas.
El se ríe y baja la mirada
–Deberíamos salir un día, no se.. solo si quieres. Como amigos por supuesto. –especifica nervioso.
–Claro. Me hace falta una pizza de todas formas. –digo sonriendo.
El me sonríe de vuelta y se despide al rato. Al darme vuelta, un carrito de supermercado choca conmigo y me asusto.
–Perdona. No te vi. –dice una mujer sonriéndome.
–No hay problema. –repongo.
Miro su estomago y noto que esta embarazada y sonrío para mis adentros.
