Tormenta Del Alma (Gaara)

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"Ella y yo no nos parecemos en nada, o tal vez...

El sol había salido con fuerza en Suna, no se había vivido un temperatura tan elevada en Suna desde hace años.

En la sala de estar se encontraban tres personas sentadas en los muebles.

Kankurō: Temari, usa ese maldito abanico que tienes para algo bueno - le rogó por tercera vez

Temari: ¡Lo uso para algo bueno...!

Gaara: Temari - la interrumpió - No soy de pedir cosas o favores, pero.... usa ese maldito abanico

Temari a regañadientes se levantó, y cuando estaba dispuesta a sacar su abanico un grito se escuchó en todo el lugar, proveniente del segundo piso.

Ayanami: ¡Están locos! ¡Los odio malditos idiotas! ¡Este agua está que quema! - se escuchó

De las escaleras bajaban dos personas con caras cansadas y de fastidió.

Kankurō: ¿Que tal la mocosa? - pregunto burlón

Shikamaru: Problemática como siempre - se sentó al costado del marionetista, quien soltó una fuerte carcajada

Neji: ¿Es normal que haga tanto calor? - dijo con cara de fastidió

Temari: Aquí sí, estamos en el desierto - dijo con obviedad - Pero calores como este, casi nunca - se dio aire con un pequeño abanico

Kankurō: ¡Hey! ¡No se vale! - se quejó

Temari: Si quieres uno, consiguelo tú mismo

Cuando Kankurō le iba a responder fue interrumpido por la pelinegra, que venía bajando las escaleras con el cabello mojado.

Ayanami: ¡Hola! - dijo sonriente - Huy, ¿Por que esas caras? - pregunto

Temari: ¿Que no te estas muriendo de calor? - pregunto obvia

Ayanami: ¿Hace calor? - pregunto

Los hermanos Sabaku no la veían como si de un demonio, o algo parecido, se tratará.

Neji: Ayanami no siente calor, nunca en realidad - suspiro

Shikamaru: Esa problemática siempre tiene el cuerpo fresco - dijo renegando

Kankurō: ¿En serio? - pregunto sorprendido

Ayanami: Sip, mi cuerpo nunca no se siente afecto por la temperatura del ambiente. - dijo sentándose al costado del pelirrojo

Shikamaru: En invierno usa ropa de verano, según ella no siente frío.

Temari: ¿Y la bufanda? - le pregunto

Ayanami: Me gusta usarla - se encogió de hombros

Kankurō: Osea, ¿Que en estos momentos no sientes ni la más mínima incomodidad por el calor?

Ayanami: Nop, es más - se acercó a Temari - Abrázame - le dijo abriendo los brazos en dirección a la rubia

Temari: ¿Eh? - pregunto confundida

Ayanami: Solo hazlo

La rubia abrazo dudosa a la pelinegra, pero al hacer contacto con el cuerpo de la chica sintió un gran alivio.

Temari: Oh por Kami..... ¡Estas fresca! Es decir.... ¡Tu cuerpo está frío! - dijo sorprendida

Ayanami: Así es - sonrió separándose de ella - Mi temperatura corporal no cambia,en invierno se adecúa a la temperatura, lo mismo en verano o en lugares de alta temperatura, como en el desierto. - explico - Pero las demás personas siempre sentirán mi cuerpo frió.