Capítulo 38: Por ella

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Previamente....

-¿Que demonios pasá aquí?- nos separamos de golpe por el susto de aquella voz grave, mire con algo de temor por ser la persona quien menos deseaba que fuera
-Padre- dijo Matteo, lo mire y efectivamente era el padre, ahora todo lo lindo se esfumo por el temor
-Hice una pregunta ¿que demonios pasa aquí?- Matteo tomo mi mano, entrelazando nuestros dedos, la tomo con fuerza dándome seguridad, aunque el también tuviese miedo me protegía, sinceramente es el mejor, pero ¿que hacemos ahora? No lo puedo dejar llevarse todo pero ¿que hago? El miedo nos ah invadido a ambos.

[....]

-¿Me van a decir o lo tengo que averiguar?- cerré mis ojos conteniendo las lágrimas
-Luna es mi novia ahora, quieras o no tendrás que aceptarlo- soltó Matteo, abrí mis ojos ¿que?
-¿Que estupidez acabas de decir?- dijo el padre
-Lo que escuchaste, es mi novia te guste o no- el padre rio con amargura
-Una vez más me desafías por esta zorra que no vale la pena- me miraba con desprecio
-No hables así de Luna, decirle estas cosas me hace pensar que eres un cobarde, un mediocre, es lo único que te diré, ella es mi novia y ni tú ni nadie me hará cambiar de opinión respecto a lo que siento por ella- tomó con mayor fuerza mi mano
-Adiós- tomo su guitarra y nos fuimos, solo escuchaba gritos del padre ¿que acaba de pasar? Ya mas lejos nos detuvimos
-¿Estas bien?- me pregunto a lo que sentí
-L-o siento por lo de mi padre- decía avergonzado
-No es tú culpa- acaricie su mejilla
-Prácticamente es mi culpa que me odie tanto- balbuceo
-Gracias por defenderme- tome con mi otra mano su mano
-Lo haría mil veces Luna, ahora sos parte de mi vida, lo más importante- sonrei
-Te quiero tanto Matteo- le dije con una gran sonrisa en mi rostro
-Yo también Luna, te quiero muchísimo-  se acercó a mi, me tomo por las mejillas, me dio un lento y dulce beso.

Matteo's pov:

Me carcomía el miedo, estar frente a mi padre furioso era malo y aún más que me vio con Luna. No podía mostrarme bajo ante ella, rendirme después de todo lo que paso, después de todo el esfuerzo tirar la toalla seria estúpido. Con todas mis fuerzas hable dispuesto a proteger el amor que sentía por Luna, tome su mano con fuerza

-¿Me van a decir o lo tengo que averiguar?- trague saliva, mire a Luna quien estaba pálida por ella, sera por ella
-Luna es mi novia ahora quieras o no tendrás que aceptarlo- dije con firmeza
-¿Que estupidez acabas de decir?- grito
-Lo que escuchaste, es mi novia te guste o no- empezó a reír con amargura, maldición
-Una vez más me desafías por esta zorra que no vale la pena- miraba a Luna con desprecio, ya estaba enojado, podía insultarme pero a Luna era el colmo
-No hables así de Luna, decirle estas cosas me hace pensar que eres un cobarde, un mediocre, es lo único que te diré, ella es mi novia y ni tú ni nadie me hará cambiar de opinión respecto a lo que siento por ella- tome su mano mas fuerte, esto al llegar a casa me traería demasiado problemas pero me jugué por ella, y así lo haría mil veces más
-Adiós- dije dando la ultima palabra, me fui con Luna, escuchaba los gritos de mi padre pero les reste importancia.

Sentía temblar la mano de Luna, maldecía por dentro, la tomaba con fuerza y a la vez la acariciaba. Un poco más lejos nos detuvimos; su cara seguía pálida

-¿Estas bien?- pregunte
-L-o siento por lo de mi padre- dije avergonzado
-No es tú culpa- acaricio mi mejilla y le dedique una sonrisa
-Prácticamente es mi culpa que me odie tanto- balbuceo
-Gracias por defenderme- tomo mi mano
-Lo haría mil veces Luna, ahora sos parte de mi vida, lo más importante- le dije acercandome a ella
-Te quiero tanto Matteo- me dijo con una gran sonrisa en mi rostro
-Yo también Luna, te quiero muchísimo- me acerque completamente a ella, la observe, a ella y su hermosa belleza. Tome si rostro con ambas manos mías juntando nuestros labio en un lento beso, uno necesitado el que le estaba dando toda la seguridad que ella necesitaba. Nos separamos, vi primero sus ojos verdes que me decían todo, junte nuestras frentes para ambos dar una gran sonrisa, entrelazamos nuestros dedos de ambas manos.

Un amor ciego |Lutteo| |Editando|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora