Estaba limpiando la barra de ahí mismo. Todo estaba en su perfecto orden, eso me aburría. Nico en la pista y Pedro, haciendo cosas de Pedro.
Me quedé pensando en Luna, ¿por qué creyó que me gustaba? Es linda, amable y tiene toda la onda del mundo, pero no es para mi; es mexicana, mi paisana. La veo como una buena amiga, me da ternura y más por su tamaño.
—Hola, Simón.— hablo Jazmín llegando hacia mi. No la entendía, aveces le tiraba la onda a Matteo y luego a mi.
—Hola, Jazmín.— le sonreí como buen trabajador que soy.
—Simón, ¿me preparas un té helado, verde por favor?.— menciono aquella rubia que me volvía loco.
—S-i, Ámbar.— respondí todo nervioso, torpe.
Me puso su sonrisa típica de hipócrita. Quien me mando a fijarme en ella.
—Hola, ¡Simón yo estaba hablando contigo!.— hizo puchero Jazmín. Oh, que casualidad, acá abajo esta el machacador de frutas «Simón, ¡no!» ya, ya sólo era una broma.
—Tengo que hacer el té de Ámbar.— sin esperar respuesta me fui de ahí.
Jazmín es amable pero un poco pesada. En fin, estaba haciendo el té de Ámbar. Ámbar, ¿qué decir? Es muy linda, tiene aspecto de diva, no, es una diva pero tiene su toque.
Fría, calculadora y aveces algo psicópata pero fuera de toda esa imagen que ella tiene se que es linda persona lo que a mi me gustaría conocer, quiero acercarme a ella pero el problema es que no se como.
—Simón.— ese soy yo.
—Pedro, ¿qué pasa?.
—Támara te está buscando.
—Pero le hago un té helado, verde a Ámbar.— me queje
—No te preocupes, yo se lo hago.— suspire y acepte.
¿Qué no sabía que yo quería hacerle el té? Bueno, nadie sabe que siento algo por ella, ni yo mismo me comprendo. No se si sea solo una atracción o en verdad me gusta. Necesitaba hablar con alguien sobre esto, alguien que pudiera comprenderme, que la conozca perfectamente, sí, Luna.
Ámbar.
Estaba pensando como descubrir esa noticia que nos diría Támara. Nos iba a decir más tarde, pero debía enterarme antes; había hablado con Nico pero el no sabía nada, según. Pedro me ha dicho lo mismo, solo debía preguntarle a este último del staff, no recuerdo su nombre y eso que recién le pedí un té.
—Aquí tienes tu té caliente de manzanilla, Ámbar.
—¿Té caliente y de manzanilla?, ¿vos estas loco o qué? Claramente pedí té verde y frió, no eso que has hecho.— el rodó los ojos y se fue.
—¿Por qué tratas así a Pedro? Todos cometemos errores.— defendió Delfi.
—¿Perdón? para la otra tómalo, guárdalo en una caja de cristal así nadie le dice nada feo.— dije sarcásticamente
—No es eso Ámbar, solo que lo has tratado muy feo.
—Disculpa. ¡Pedro! Ven.
—¿Sí?, ya estoy haciendo de vuelta tu té.
—No te preocupes. Mira, ten.— le dí una caja de cristal donde venían unos aros míos. —No fue mi intención ofenderte. Para la próxima te metes aquí así nadie te toca, ¿dale?.— el me miro extrañado. —Sos tan lindo que nadie merece hacerte daño.— dejo la caja en la mesa y se fue.
—¿Ahora ves quien es el mal educado?.— Delfi se fue de la mesa seguida por Jazmín.
Bueno. Tenía dos planes en marcha. Descubrir esa tal primicia de Támara y separar a Luna y Matteo, bueh, dejarlos peor de lo que ya están.
Debía descubrir el punto débil de ambos. Los celos nunca fallan pero no estaba segura. Mire a Simón quien hablaba con Pedro, ¡lo tengo!.
—Simón, ¿puedes venir? necesito hablar contigo.— el asintió y vino corriendo hacia acá, genial.
Simón.
Había oído como Ámbar le pedía disculpas a Pedro, y me pareció super lindo. Al final de todo no era mala persona, el caso; estaba frente a ella, me llamo lo que me altero.
Imaginaba ir con ella a la fiesta de disfraces, algo imposible pero me lo imaginaba. Ella estaba hablando mientras yo, como un tonto enamorado la observaba sin prestar atención a lo que decía. Era perfecta. Una voz hermosa, sus facciones, cada detalle de rostro super definido. Es hermosa, simplemente hermosa.
La verdad no me interesaba como era, todos tenemos nuestro escudo para ser felices, para no ser heridos. Este era el de ella. Estaba seguro que detrás de esa persona, mala, fría, había una linda, delicada, amable, tierna persona esperada a ser amada, cuidada. Quería ser yo esa persona con quien se mostrara así tal cual. Quería tocar su corazón y protegerla de todo mal, que no le hagan más daño.
No conozco su historia, ni porque sea así, solamente se que tiene miedo a ser lastimada. Ser así solo es un escudo para protegerse a si misma. Solo se que ha sido lastimada y vengo a curar aquellas heridas que e han dejado, no se como pero lo haré.
No pretendo que se enamore de mi, ni que sea mi novia; solo quiero ser su amigo, aquel con el que pueda confiar siempre y estar para ella en lo malos, peores, buenos y mejores momentos, solo eso.
—¿Entonces?.— muevo mi cabeza para prestarle atención
—¿Perdón? Disculpa, no te oí.
—Si, de eso me di cuenta.— reímos. —Que si madrina me da permiso, ¿vienes a cenar a mi casa?.
—¡Claro!, obvio.
—Fabuloso. Yo te aviso. Adiós.— me guiñeo y se fue.
Esta era mi oportunidad para acercarme a ella, no podía fallar.
-N/A.
Un capitulo Simbar, hice lo que pude. Espero y les guste. El capitulo es dedicado a mis dos hijas, ahre, -_AnaBanana_- Karely_veel . Estoy editando, como han visto, los capitulo por eso se están publicando de vuelta. Voten y comente que les pareció. Un beso.❤
-ғaтy.
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Un amor ciego |Lutteo| |Editando|
Fanfiction«El odio es sólo una forma de amar que no ha encontrado la manera de expresarse lógicamente». ©CopyRight. Queda prohibido plagio, adaptaciones, traducciones, reescripciones entre otras sin el consentimiento de la autora.