250 Hojas, 250 Notas.

Extra.

-Simón- musito moviendo su hombro, se ha quedado dormido en el autobús- Simon- sus ojos grises se abren y me regala una pequeña sonrisa antes de volverlos a cerrar-¡Simón!

Su cuerpo se mueve bruscamente y cae al suelo golpeando su cabeza con mi pierna, se gira en mi dirección fulminandome con la mirada

-¿Estas loca?- pregunta poniéndose de pie ante la mirada de los demás.

-Te quedaste dormido- miro por la ventana nuestro instituto y el hace lo mismo. Parece reaccionar y toma su mochila para bajar del vehículo.

No es hasta que esta en la puerta que se gira y me extiende una mano, la cual, no dudo en tomar y caminar junto a él.

¿Haber desafiado todo tipo de vieja tradición? No sé, pero desde que comenzamos a salir nos hemos transformado en el centro de atención, no es novedad que más parejas del edifio A y B se hayan formado. Pero por ser los primeros de alguna manera nos coloca encima de la pirámide.

-Adios- Simón planta un pequeño beso en mis labios antes de girarse y caminar a su edificio y comienzo la cuenta regresiva en mi cabeza.

1...

2...

3...

Sus pasos se convirten en largas zancadas al igual que los mios, comienzo a caminar por los pasillis y saludo a algunos amigos buscando mi casillero. Saco los libros y antes de pisar las escaleras mi cuerpo golpea con otro.

-Lo siento- me disculpo recogiendo mis libros, levanto la mirada y me encuentro con uno de los capacitadores.

Los capacitadores eran universitarios, que capacitaban. Si, eso fue muy estúpido.

Los capacitadores eran universitarios que llegaban a nuestro instituto con el fin de hablar con los alumnos sobre su carrera, y brindar algunos consejos.

Dean era mi capacitador.  Turismo.

-Hola- sus labios se curvan en un sonrisa y le devuelvo el gesto.

-Dean-repito su nombre y miro hacía todos lados no sabiendo qe decir.

Me extiende un libro.

-¿Esto?- pregunto.

- Eres la alumna más interesada en la carrera y supuse que sería de gran ayuda- inquiere encogiendose de hombros.

-Pues gracias, supongo que lo leeré.

Mi mirada se centra en sus ojos y por un momento olvidé lo que estaba por hacer.

-Ibas apresurada- me recordó y asentí agradeciendole y comenzando a caminar en dirección a las escaleras.

Mis pies se mueven como rayos y llego a mi piso casi sin aire y con una terribe resequedad en mi garganta, entro al salón y observo a Simón sentado sobre una banca mirando en mu dirección con una sonrisa triunfante.

Simon:

Gané. Merezco mu premio.

No es justo, tuve un contratiempo.

Simon:

No hay excusas.

Sonrio al teléfono y levanto la mirada encontrandome con la suya justo en el momento que la campana suena y todos los alumnos comienzan a ingresar.

Voy a mi lugar y tomo asiento sin mirar a mi costado sola, eso hasta que Matt llega y me saluda con un asentimiento.

-Hola.

-Hola- se gira en mi dirección- tu novio te habla.

-¿Ah?- baje la mirada a donde la de el y me encontre con mi telefono encendido en ua notificación- solemos hablar por mensaje.

-Aún recuerdo sus notas- dice volviendo la vista al frente, lo que aprovecho para sacar mis cosas.

-Hoy es día de exámen-el profesor entró golpeando la puerta y todoss comienzan a protestar- en grupo- rueda sus ojos y saca unas hojas de su bolso omenzandolas a repartir por todo el salón- no se pede ur