CAPITULO 3: En busca de respuestas

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Blaine camino bajo la fuerte lluvia pensando en cómo había llegado hasta ahí sin darse cuenta, pensó y pensó pero nada se le venía a la mente, al llegar a su casa ve que en su reloj son las 01:40 am y lo último que recuerda es que durmió a Shaw a las 22:30.

-Pero ¿Qué? No puede ser, solo cerré los ojos un momento, no puede ser esta hora ¿Qué hice todo ese tiempo?

Blaine fue al cuarto de su hijo y se relajó cuando lo vio durmiendo, tenía miedo de que lo haya perdido, fue al baño, encendió la ducha y se fue desvistiendo, se quedó por un momento cuando recordó que tenía una figura del origami, quería sacarse la idea de que él puede ser el asesino, pero es imposible, ¿O no? Blaine no pensó mas, se ducho y se acostó.

Por otra parte un auto se detiene en un edificio bastante desagradable y del auto sale un muchacho con un largo sobretodo beige que llegaba hasta sus pies, usaba pantalones de vestir negro con una camisa blanca y corbata rojo, el sujeto entro en el edificio y fue a la recepción a hablar con el sujeto que estaba leyendo el diario.

-Buenas noches, me llamo Sebastián Smythe, estoy buscando a Santana López.

-No conozco a nadie con ese nombre, busque en otro lugar señor.

Sebastián frunció el ceño y dejo caer, 100 dólares en el mostrador, en recepcionista lo agarro de inmediato.

-Ahhhh esa Santana López, 1° Piso, puerta D.

-Gracias.

Sebastián subió hasta el 1 piso y se dirigió hasta la puerta del fondo, toco el timbre y lo atiende una mujer morena con el pelo negro largo alisado y vestía un camisón rosa, ella lo miro de arriba abajo.

-¿Si? ¿Qué desea?

-Santana López me llamo Sebastián Smythe.

-Los siento pero solo acepto clientes con cita, así que adiós.

Ella estaba por cerrar la puerta pero Sebastián la detiene y le vuelve a rogar que lo deje entrar y hablar con ella, Santana duda pero lo deja entrar, Sebastián miraba su casa y pensaba que para ser una prostituta tiene un departamento muy arreglado.

-Muy bien escucha, son $50 dólares, no beso ni haga cosas extrañas, son 10 minutos, una vez que suena el timbre se terminó ¿Entendido?

-Totalmente.

Santana se dirigió a la cama y se sacó el camisón quedando solo en corpiño y bombacha, encendió unas luces que daban un tono rojo y rosa, Sebastián dejo los $50 dólares y se dirigió a ver a Santana pero se detuvo ahí, ella frunció el ceño.

-¿Bueno? ¿Qué esperas? No tenemos todo el día.

-En realidad no soy un cliente.

-Mierda, sos un policía, no lo puedo creer, bueno podemos arreglarlo, podría hacer otras cosas.

-No es eso lo que me interesa.

-Entonces ¿Qué quieres? – Dijo Santana mientras se vestía.

-Soy un detective privado, me contrataron las familias que fueron víctimas del asesino del origami y yo sé que tú también fuiste víctima, por eso estoy aquí, necesito información, necesito encontrar al asesino.

-Le dije a la policía todo lo que sabía, busque por todos lados y nada, nadie hizo nada, mi hijo, mi pequeño murió en manos de ese asesino, no tengo nada para decirte.

-Tiene que haber algo Santana, el mínimo detalle.

-Te dije que no se nada.

-El asesino del origami puede agarrar otra víctima, es posible que sepas algo y podemos evitarlo, piensa en las demás familias, también sufrieron.

LLUVIA PESADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora