LLUVIA PESADA

CAPITULO 8: Duras decisiones

Sebastián y Santana se encontraban en la comisaria, Quinn lo estaba interrogando con muchas preguntas, incluso a veces repetía la misma pregunta, se sentían muy cansados, Sebastián fruncía el ceño cuando Quinn le repetía la misma pregunta.

-Ayyyy ya te dije, estuvimos ahí porque quería visitar a mi amigo Artie, no tuvimos nada que ver con esto.

-Eso aún no explica porque Artie Abrams está muerto Sr. Smythe ¿Qué hacían realmente ahí?

-Mire Señorita Fabrey, soy un detective privado y mi trabajo es buscar al asesino del origami.

-Para esa tarea estamos nosotros, usted no debe meterse en nuestros asuntos.

-Este tema nos involucra a todos, fui porque estoy en busca de pistas, algo que talvez se me escapo de las manos, fui al local de mi amigo Artie porque pensé que podía ayudarme, jamás imagine que pasaría esto.

-¿Por qué no se quedó en el lugar hasta que llegáramos?

-Sabía que nos iban a detener y quiero encontrar a Shaw Anderson, lo último que quería era estar 24hs atrapado aquí, el tiempo se nos agota.

-Muy bien Sr. Smythe pueden retirarse pero sepan que están bajo la mira, si sabemos de algo sospechoso iremos por ustedes.

-Ok, gracias............................Vámonos Santana.

Los dos estaban a punto de retirarse cuando una voz sarcástica los interrumpe.

-Vaya vaya pero si es Sebastián Smythe.

-Sue Sylvester, cuanto tiempo si verte ¿Cómo has estado?

-Más que bien colega ¿Qué cagada te mandaste ahora? Me sorprende que aún no estés entre rejas.

-Siempre tan graciosa Sue, no he hecho nada malo, simplemente sigo con mi investigación.

-Ohhhh cierto ahora eres un detective......mmmm......se te extraña en la policía.

-Si claro, si mal no recuerdo fuiste tú la que abrió una botella de champagne apenas Salí de la comisaria.

-Bueno tenía sed.

-Mmmmm.........adiós Sue.

-Nos vemos.........Sebastián.

-¿Qué?

-¿Tienes algo de información sobre el asesino del origami?

-Estoy igual que tu Sue.

-Entonces no me sirves, lárgate de mí comisaria.

-Vámonos Santana.

-Por Dios Sebastián ¿Quién es esa mujer?

-Mi antigua teniente, una vieja de mierda, la odio.

-Sí, ya me di cuenta.

Los compañeros se fueron de la comisaria y se subieron al auto, la lluvia seguía y parecía no terminar, Sebastián tenía que darle una noticia a Santana y sabía que no le iba a gustar.

-Santana esto termina ahora, te voy a llevar a tu casa.

-¿Qué? ¿Estás loco? Somos compañeros, no me hagas esto.

Sebastián se mostró enojado.

-Mira esto no es juego, estamos en un caso peligroso y no puedo protegerte de esto, te voy a llevar a tu casa y no se habla más.

-No te atrevas Sebastián, voy a buscar al asesino de mi hijo y no me vas a detener, jure bajo la tumba de mi hijo que encontraría a su asesino, no se te ocurra detenerme ahora.