Capitulo 3: (Asistente Sensual)

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Se tiró a mi lado boca arriba con el pecho subiendo y bajando con irregularidad, yo tomé una bocanada de aire levantando me rápidamente y con un poco mas de violencia de la que querría.

- ¿como es que tienes tanta energía? acabas de tener una hora de sexo y sigues ...-exclama sonriendo satisfecho rodeando su cuello con los brazos, yo por otro lado no d-

 Liam tiene 32 años, excelente trabajo, no tiene vicios más que el ejercicio y comer bien, un buen hombre con sus defectos como todos, es muy musculoso hablo de mucho: espalda, brazos, un abdomen de lavadero, piernas, todo. De sonrisa perfecta, rubio. El hombre ideal o algo así.

- Aburrido. -digo y me mordí la lengua, sonó más alto de lo que quería. Pero era verdad, este encuentro me había resultado totalmente aburrido, como un día de agenda-

- ¿aburrido? -se pone el bóxer mientras yo me meto en el vestido para irme a la oficina, no quiero ni ver la hora seguro es tarde- Ya no te satisfago. -suspiró y se paso la mano por el cabello- entiendo, ¿por que no me los habías dicho, Elena? -ignoró su irregular tono de voz, esta molesto-

Me peino el cabello con los dedos, debería cortar lo ya, me llega a la cintura. Me gusta que sea tan negro resalta mi piel tostada y mis ojos verde oscuro. Miro a Liam mientras me pongo el zapato de tacón grueso, esta ¿frustrado? no lo se, no logro identificar por completo su expresión.

- Liam, desde el principio te dije como iba a ser esto...

- Precoz, corto, solo sexo. Claro...-dice con un todo de ardido y muy lento le miro sorprendida, está molesto- Vete ya, llegaras tarde.

Ahora sí estoy sorprendida, le miro perpleja y pienso un montón de blasfemias, pero no, si lo hago es caer en su juego infantil de querer manipularme, y realmente no me importa si me hecha.

- Bien. -digo terminando de recoger mis cosas y camino rápidamente a la puerta, salgo de su departamento con un suspiro. Bajo rápido las escaleras, tomo un taxi y digo que me lleve al Mamdid¹.

- Antonio, cariño. -digo al móvil y se que el sonríe-

- Querida, Elena. -ahora yo sonrió- ¿como te fue?

- Creo que terminamos. -digo frunciendo el ceño y mordiendo me el labio-

- ¿Como terminas algo que nunca empezó? -dice seco, muerdo mi labio con mas fuerza, tenía razón eso nunca fue una relación realmente solo era follar y ya-

- Tienes razón, te hablo luego, cariño, estoy entrando al trabajo.

Miro a Neville sonriendo amablemente frente a mi, hoy lleva unos jeans negros con una camisa blanca, unas zapatillas negras, el cabello alborotado,  una tablet en la mano.

- ¿Cambio de imagen, Señora Tryvelan? -pregunta muy formal y recuerdo que Liam me hecho de su apartamento y no me recogí el cabello como siempre lo hago-

Suele llamar me Señora Tryvelan de una manera tan sensual, aunque no me gusta, lo dice tan bien que no le reprocho.

- Algo así.  Por favor,  hazme una cita con Arianna, necesito cortar lo, tan largo parece de prostituta. Y es muy tedioso lavar lo.

- Claro, pero se ve bien. -el llama al ascensor y saludo a la recepcionista con una sonrisa amable que devuelve, pero no exactamente a mi, mira a Neville con admiración y muy embobada.

Enfoco mi visión en Neville ¿Está más alto? cierto, me puse zapatos bajos hoy por este estúpido viernes informal, es de algodón, color rojo con falda A de hombros cubiertos hasta el cuello y un escote que es solo un rectángulo en el pecho con encaje rojo para cubrir lo es un vestido para niñas y con estas zapatillas de tacon bajo y ancho aun mas.

Una NinfómanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora