Habla Katherine
Ahora todo tiene sentido, la guerra había empezado y terminado sin siquiera darnos cuenta, como es eso posible?
Los demonios subimos al poder y mi padre ahora es el rey de los demonios por ser el que encabezaba la guerra y quién dirigió a cada soldado, sin embargo muchos murieron y eso no se me pasa por alto.
Camino por el pasillo ya preparada para la cena y... Oh! Valla sorpresa! Mi padre y mi hermano no están pero me imagino que estarán más ocupados ahora que gobiernan toda Fictum, lo cual significa que los veré aún menos, sin embargo yo también tengo mis armas y aunque no parecen nada, no hieren a nadie porque no es necesario usar la lucha con ellas lo que se necesitan son palabras, esa es la mejor arma que tengo, y en ocasiones resulta letal para quiénes no las saben utilizar.
Termino con lo que tengo en mi plato y me retiro rápidamente, salgo por el pasillo nuevamente pero cambio de rumbo a las cocinas porque me encantaría conocer a las personas que están por allí, bajo las escaleras y me encuentro con mucha gente caminando de lado a lado, es ese el momento en el que me di cuenta del error que cometí, pronto se celebrará una fiesta en honor a cada guerrero que nos acompañó en la guerra ( incluyendo a los que cayeron en batalla ), resulta extrañamente benévolo de parte de mi padre ya que el normalmente es frío con cada demonio que se le cruza por delante, lo que no sabe la gente es que lo hace en su beneficio, me explico, lo que ocurre es que con ese tipo de actos mi padre puede engañar al pueblo de manera que crean que él quiere el bien pero yo sé que eso no es así, amo a mi padre, pero no puedo mentir, el sí, siempre que logra algún poder así sea mínimo, empieza con sus mentiras.
Estaba tan ensimismada en mis pensamientos que no me di cuenta de que todos allí pararon lo que estaban haciendo para verme.
- Hola- dije con timidez
Todos de repente empezaron a aplaudir. En cuanto terminaron yo pregunté
- Por que me aplauden? Yo no he hecho nada, es que hay alguien detrás de mi? - miré hacia atrás pero no vi a nadie, un hombre que parecía amable se me acercó.
- Mi querida princesa Daemon- que es Daemon ?- es usted amable en venir hasta aquí a visitar las humildes almas que prácticamente habitan en estas cocinas. A qué debemos el honor?-dijo él eludiendo mi pregunta.
- yo solo quería saludar- dije con voz aguda- quería conocer también a las personas que siempre nos cocinan cosas tan deliciosas, aunque se que a veces no me como todo pero no es porque no me guste sino que no tengo apetito.
Sin previo aviso todos soltaron una carcajada.
- No se preocupe princesa, lo entendemos.
- Perdón cuales son sus nombres?
- Oh, pues yo soy Erick- continúo el amable señor.
- Yo soy Clara- dijo una señora bastante simpática
Así continuaron hasta que pude recordar todos sus nombres pero en una esquina vi a una niña de mi edad que antes no había visto, la señale y le pregunte:
- Cual es tu nombre?
-Yo? Princesa, yo no tengo nombre pero la mayor parte de las personas me dicen lavandera.
- Eso no es bonito, te voy a decir Lucy porque en un libro que tengo aparece una niña muy bonita como tú que se llama así.
- Ese nombre es bonito, gracias
- De nada- esta vez me dirigí a todos- Me quedaría aquí pero la verdad es que ya se acerca mi próxima clase.
-Por supuesto princesa, esperamos volver a verla.
- Claro!- dije con emoción- nos veremos pronto- está vez me dirigí a Lucy- Lucy espero verte también a ti.
- Si princesa
- puedes llamarme por mi nombre, todavía me siento rara cuando me dicen princesa porque realmente no lo soy exactamente.
- Si, Katherine
- Nos vemos Lucy._Gabriela_
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Hominum
FantasyLos Ángeles y los demonios gobernaban una sociedad con equidad e igualdad, sin embargo los demonios deseaban el gobierno para esparcir la maldad y la crueldad, es allí donde empieza una guerra para ver quién sube al poder. Mientras tanto, dos almas...